VENEZUELA: ENTRE EL DÍALOGO Y LA GUERRA

Por el bien de la estabilidad de América Latina, el respeto a los Derechos Humanos y la Democracia, apelamos a la serenidad y al respeto irrestricto del Derecho Internacional

Mtra. Vania Ávila García

Vania Ávila García Secretaria de Asuntos Internacionales

 

L

a recrudecida crisis social, económica y política que se vive en Venezuela se debe analizar desde diferentes aristas: histórica, humanitaria, política, financiera, comercial, energética y, por supuesto, ceñirla al derecho internacional, a fin de tener una posición lo más cercana posible a la realidad.

Desde la asunción al poder de Nicolás Maduro, en abril de 2013, como resultado de la muerte de Hugo Chávez, su mentor, las discrepancias, embates y desavenencias internas y desde el exterior no han cesado en Venezuela.

Los aspectos más relevantes de crispación política durante su gobierno se han debido a los resultados electorales efectuados a partir de su llegada a la presidencia. Cuando la oposición ha ganado, el oficialismo no ha reconocido el proceso, y en la misma sintonía, cuando el oficialismo ha triunfado, la oposición lo ha desconocido.

-El 6 de diciembre de 2015 se efectuaron elecciones a la Asamblea Nacional; resultó victoriosa la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), conformada por los partidos de oposición Primero Justicia, Voluntad Popular y Acción Democrática. La MUD obtuvo 112 de 167 diputados en total (67 por ciento de los votos) y representó la primera victoria electoral de peso para la oposición en 17 años. El proceso fue cuestionado en razón de que, el parlamento unicameral desacató al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que había instruido realizar, previo a la juramentación, elecciones extraordinarias en tres colegios electorales.

-El 30 de julio de 2017 se llevaron a cabo elecciones para integrar una Asamblea Constituyente con 545 diputados, promovida por decreto presidencial el 1° de mayo de 2017, cuyo cometido era redactar una nueva Constitución Política. Su forma de integración fue una de las razones por las que la MUD rechazó la convocatoria. La Asamblea Constituyente se erigió el 4 de agosto de ese año con miembros del partido en el gobierno.

-El 10 de diciembre de 2017 se celebraron elecciones de alcaldes, en las que no participó la MUD ano reconocer garantías suficientes. Como represalia por no concurrir a las elecciones municipales, la Asamblea Constituyente inició los trámites para prohibir la participación de la MUD en futuras elecciones.

-El 20 de mayo de 2018 se realizaron elecciones presidenciales anticipadas (previstas a celebrarse en agosto) para el período 2019-2025, sin la participación de los partidos de oposición, quienes desconocieron el proceso y llamaron al abstencionismo. Se postularon 6 candidatos: Nicolás Maduro (6,248,864 votos, 67.8 por ciento), Henri Falcón (1,927,958 votos, 20.9 por ciento), Javier Bertucci (1,015,895 votos, 10.8 por ciento), Reinaldo Quijada (36,246 votos, 0.3 por ciento), Francisco Visconti y Luis Alejandro Ratti (estos dos últimos decidieron no participar). Ninguno de los 16 partidos registrados cuestionó los resultados.

Casi desde el comienzo del gobierno de Nicolás Maduro, pero principalmente durante todo el 2017 y 2018, se han llevado a cabo, en algunos momentos con mayor recurrencia, protestas y enfrentamientos entre el gobierno y la oposición, con saldos de centenares de muertos.
Son numerosas las causas los enfrentamientos: descontento de los diferentes resultados electorales; sabotajes y manifestaciones de los grupos opositores (guarimbas), en razón de la escasez de alimentos y medicinas, represión gubernamental; y permanente estado de sitio en todo el país.

A todo lo anterior hay que sumar también la caída del precio del petróleo a nivel mundial, que pasó de 100 dólares en 2014 a sólo 29 en 2018, lo que afectó la estabilidad económica de Venezuela que depende de sus exportaciones de crudo.

Las penurias financieras más fuertes se evidenciaron con la aprobación del Decreto Obama 2015 en los Estados Unidos, por medio del cual se catalogó a Venezuela como amenaza extraordinaria para su seguridad nacional. Derivada del Decreto, en agosto de 2017 se aprobó la Orden Ejecutiva 13808, para consolidar el bloqueo financiero a Venezuela mediante el congelamiento de las cuentas del gobierno para realizar pagos en dólares a instituciones extranjeras. Con esta prohibición, el gobierno venezolano fue imposibilitado para satisfacer las necesidades básicas de su población como la compra de alimentos, medicamentos, materias primas, entre otros.

Ante la crisis de supervivencia, y casi paralelamente, se fueron gestando diferentes iniciativas de diálogo a nivel regional e incluso global, con la intención de coadyuvar al entendimiento, la paz y la estabilidad política, económica y social en Venezuela.

Antes de mencionar las iniciativas propuestas por la comunidad global, es importante traer a colación el marco normativo mundial. De acuerdo con el derecho internacional y su norma fundamental contenida en la Carta de Naciones Unidas, las relaciones entre los Estados deben regirse bajo principios de igualdad de derechos y libre determinación de los pueblos. En caso de existir alguna controversia internacional, ésta debe ser resuelta por medios pacíficos. Las relaciones internacionales deben conducirse sin la intervención en los asuntos que sean estrictamente de la jurisdicción interna de los países.

Las mesas internacionales erigidas exprofeso para “decidir” el futuro de Venezuela, han sido:

-Las deliberaciones al interior de la Organización de Estados Americanos (OEA) (2015-2018): la crisis de Venezuela fue abordada al interior de tres Asambleas Generales (Cancún 2015, Santo Domingo 2016 y Washington 2017), en las que se acordó aplicar el texto y espíritu de la Carta Democrática Interamericana, en razón de que (se argumentó): “el último proceso electoral del 20 de mayo de 2018 careció de garantías democráticas”. Se instruía restaurar la autoridad de la Asamblea Nacional y el ingreso de ayuda humanitaria, entre otros. Desde abril de 2017, el gobierno de Venezuela acusó al organismo de interferencia y solicitó su salida de manera formal.

Grupo de Lima (agosto 2017 a la fecha): conformado por 14 países de la región y y liderado por los Estados Unidos, desconocen la elección presidencial de Venezuela del 20 de mayo de 2018. No reconoce la legitimidad del nuevo periodo de Nicolás Maduro; ratifica su reconocimiento a la Asamblea Nacional y a Juan Guaidó como presidente encargado e instruye a que se realicen nuevas elecciones presidenciales; e instan a los altos funcionarios del régimen venezolano a impedir la entrada a países del Grupo de Lima; así como que sus entidades financieras y bancarias no permitan operaciones del gobierno de Venezuela. Asimismo, instruye a restringir el otorgamiento de préstamos al régimen de Maduro en los organismos financieros internacionales. México no se sumó a la declaración.

Entre las mesas internacionales para lograr el diálogo y la paz en Venezuela identificadas como neutrales, han estado:
-Las gestadas en un principio al interior de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), (junio 2016 a junio 2017), con el apoyo del expresidente dominicano Leonel Fernández, el panameño Martín Torrijos, el propio ex secretario general de UNASUR, Ernesto Samper, entre otros. Con el progresivo debilitamiento de los gobiernos de izquierda en la región, el rol del mecanismo fue perdiendo fuerza.

-Las desarrolladas en República Dominicana (septiembre 2017 a febrero 2018) a iniciativa del presidente de República Dominica, Danilo Medina, y del expresidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero. Los encuentros también contaron con el acompañamiento de Chile y México, a solicitud de la oposición, y de Bolivia, Nicaragua, y San Vicente y Granadinas, invitados por el gobierno de Nicolás Maduro. El acuerdo final no se produjo porque las partes no pudieron ponerse de acuerdo en la fecha de las próximas elecciones presidenciales y sobre sus garantías.

-Las promovidas en Naciones Unidas (febrero 2019), ante la autoproclamación como Presidente encargado de Venezuela, el pasado 23 de enero, del diputado del Partido Voluntad Popular, Juan Guaidó, quien funge actualmente como Presidente de la Asamblea Nacional. Juan Guaidó obtuvo reconocimiento casi al unísono por parte de los Estados Unidos, 11 de los 14 países integrantes del Grupo del Lima y la Unión Europea, a excepción de Italia, así como Noruega. Por su parte, Rusia, China, Comunidad de CARICOM, Nicaragua, Bolivia, Irán, Turquía, Guinea Ecuatorial, Sudáfrica y otros países principalmente asiáticos respaldan a Nicolás Maduro. Los esfuerzos desplegados en el Consejo de Seguridad se han estancado al no lograr los nueve votos mínimos y veto alguno para aprobar una resolución.

-Los diálogos convocados por el Grupo de Contacto Internacional (GCI) (7 de febrero), en Montevideo, auspiciado por Uruguay y México, y conformado por Alemania, Bolivia, Costa Rica, Ecuador, España, Francia, Italia, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Suecia y la Unión Europea. El GCI acordó tener una duración de 90 días y a excepción de México y Bolivia, coordinar la realización de nuevas elecciones, de conformidad con la Constitución de Venezuela. México y Bolivia señalan que esa decisión debe ser competencia exclusiva de Venezuela.

Dicho lo anterior, y pese a los esfuerzos internacionales de algunas instancias regionales y/o globales por lograr el diálogo, la pacificación y la normalidad democrática en Venezuela, hay como se ha observado también, esfuerzos de instancias regionales y/o globales por fomentar la desinformación y “pretextar” la injerencia humanitaria, en razón de factores potencialmente estratégicos como:
-La trascendencia de las reservas petroleras de Venezuela, que cuenta con la mayor cantidad del mundo, con 303 mil millones de barriles.
La recompensa de Guyana de hacerse del territorio del Esequibo, en disputa histórica con Venezuela.
La entrada de la estatal colombiana Ecopetrol a la explotación petrolera en Venezuela.

-La incorporación de nuevos países (Chile, Costa Rica, Guatemala, Honduras y Panamá) a los beneficios petroleros que ha proveído Venezuela a países de Centroamérica y de El Caribe mediante descuentos denominados Petrocaribes.

-La intención de Paraguay de que le sea condonada una deuda por 340 mdd adquirida en el gobierno de Hugo Chávez.

-La reciente retirada militar de Estados Unidos en Siria, luego de 6 años de esfuerzos por derrocar al Presidente Basher Al Assad, que lo obliga como potencia armamentista a poner sus ojos en otro lugar donde se puedan utilizar sus armas.

En razón de lo anterior, apelamos a la autodeterminación y soberanía de Venezuela, al respeto a los Derechos Humanos y la Democracia, a la serenidad y al diálogo entre las partes en conflicto, y a la comunidad global, al irrestricto cumplimiento del Derecho Internacional.

Únicamente los venezolanos deben decidir su futuro. Y en función de que todos los procesos electorales de la administración de Nicolás Maduro han sido cuestionados por el propio gobierno o la oposición, sugerimos se lleven a cabo elecciones pero que éstas sean generales, es decir, presidenciales pero también legislativas.