El mayor reto en nuestro país es garantizar la libre y equitativa participación política del género femenino.

Entrevista con la Doctora Patricia Galeana

Patricia Zavala Jiménez

Patricia Zavala Jiménez

Como la directora del Museo de la Mujer y del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), ¿Cree que la participación de la mujer en la historia de nuestro país tiene la relevancia que le corresponde?

Más de 300 mujeres provenientes de todo el país participaron en el foro Reto 2015: La Ruta Ciudadana, con el objetivo de enfrentar los principales desafíos en torno a la equidad de género y el fortalecimiento de la mujer.

     En la inauguración del encuentro, el Coordinador Nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, afirmó que el mayor reto en nuestro país es garantizar la libre y equitativa participación política del género femenino, porque: “el principal obstáculo para el desarrollo de las mujeres en este país, somos los hombres y el sistema construido alrededor de una visión cultural y jurídica machista”.

     Dante Delgado lamentó los casos de las candidatas “de relleno”, que fueron postuladas por algunos partidos políticos para cumplir con las cuotas de género y, una vez electas fueron obligadas a renunciar en favor de suplentes hombres. Al respecto, puntualizó, “esa no es la idea de participación política que queremos para las mujeres de México”.

     Sostuvo que la participación de la mujer en la vida pública ya no puede reducirse a la elaboración de políticas públicas que sólo atienden “temas de mujeres”, ni “cuotas de género” que, si bien han ayudado al desarrollo de la equidad, en la actualidad se requiere dar un paso adelante para empoderar a las mujeres, quienes han construido sus propios espacios de equidad y liderazgo.

     En su intervención, la maestra María Elena Orantes, Secretaria de Acuerdos de Movimiento Ciudadano, señaló que a pesar de las reformas electorales realizadas en 2012 para garantizar e impulsar una mayor participación del género femenino en los puestos de elección popular, los resultados evidenciaron que las féminas están sub-representadas en comparación con los varones.

     Por ello, dijo, a través de Mujeres en Movimiento se ha definido una ruta de trabajo para cambiar a México a partir de la ciudadanización de la política y el empoderamiento de la mujer; aunque reconoció que este no es un trabajo sencillo porque la inequidad es un problema de grandes dimensiones en México y el mundo.

     María Elena Orantes sostuvo que la situación desfavorable de las mujeres puede ser revertida a partir de la ejecución de políticas de género y la promoción de una cultura democrática, basada en esquemas sensibles al género que reconsideren las experiencias, necesidades e intereses tanto de hombres como de mujeres.lafrase

Las conferencias

     Participó la exconsejera del Instituto Federal Electoral (IFE), Macarita Elizondo Gasperín, quien afirmó que aunque se ha alcanzado representación política femenina en México, eso no implica que esté garantizando el derecho a la equidad de género en la sociedad.

     En su exposición, explicó que “en la historia de la humanidad cualquier pretexto ha sido bueno para soslayar la importancia de las mujeres o hacer distinciones entre los seres humanos, ya sea por el color de la piel (lo que a su vez genera discriminación entre razas), por la posesión de bienes (que califica a ricos y pobres), así como los orígenes familiares y las diferencias sexuales”.

     Elizondo Gasperín resaltó que una de las principales barreras a vencer son los usos y costumbres en el país, porque eso ha provocado que el derecho político esté mermado por la discriminación. Aún en el siglo XXI, falta mucho por hacer en esta materia, porque desgraciadamente continúan esquemas estereotipados en nuestra cultura universal que provienen del pasado.

     Ejemplo de ello, es el Tratado de Conducta Moral y Costumbres de Francia, documento del siglo XIV del cual mostró algunas citas textuales como: “Cuando un hombre fuera reprendido en público por una mujer, tendrá derecho a golpearla con el puño o el pie y romperle la nariz para que así, desfigurada, no se deje ver, avergonzada de su faz. Y le estará bien merecido, por dirigirse al hombre con maldad y lenguaje osado”.

     Macarita Elizondo exhortó a la sociedad en general a buscar y encontrar la forma correcta de empoderar a las mujeres, así como insertarlas a nivel social y público, debido a que resulta preocupante que las actividades que se utilizan para ello suelen limitarse a cursos y talleres, así como a competencias que, aunque sí son necesarias y de mucha ayuda, no implican un paso más allá.

     “En todo caso”, comentó a las asistentes, “se deben demandar capacitaciones específicas para lograr un verdadero liderazgo, en donde les brinden herramientas teóricas y prácticas que les permitan desarrollar liderazgo, democratizar el conocimiento, eliminar el estereotipo del sexo débil y contar con justicia electoral”.

     Mentación de mayores acciones afirmativas que permitan un incremento real en la participación de la mujer en condiciones de igualdad. “En ese contexto, insisto en que la rendición de cuentas respecto a la equidad de género, debe ir más allá de meros ejercicios financieros”, dijo.

     La segunda ponente invitada al foro fue la Ministra Consejera de la Embajada de Estados Unidos, Laura Dogu, quien señaló que en su país se están impulsando oportunidades para que las mujeres se desempeñen en altos cargos laborales, un ejemplo de ello es que, en la actualidad seis mujeres forman parte del gabinete presidencial y en el congreso norteamericano hay un número considerable de representantes femeninas y senadoras.

El objetivo, dijo, es que tanto en la vida política como en la pública se incluya la participación de las mujeres, porque a pesar de que representan más del 50 por ciento de la población mundial, todavía son subestimadas en todos los aspectos de la vida política y pública. Por ello, resaltó la importancia de que México y Estados Unidos continúen el trabajo conjunto para lograr un empoderamiento femenino real en ambas naciones.

     La ministra también destacó que, incluso en su país, falta mucho trabajo por hacer, porque el congreso federal y los cargos de gobierno estatales están conformados por un número menor de mujeres.

     A nivel mundial, recordó que en la actualidad sólo el 21 por ciento de los parlamentarios son mujeres, solamente 17 son ministras de gobierno y en general la mayoría de la población femenina trabaja en los campos de educación y salud. “Estos números son demasiados pequeños, no hay suficientes mujeres en posiciones de poder”, consideró.

     Por esta razón, Laura Dogu acentuó que ambos géneros deben forjar la política, porque la participación de las mujeres es fundamental para lograr su empoderamiento e inserción en todos los ámbitos. Para ello se tiene que promover su participación, así como efectuar cambios en las normas culturales, que promuevan la construcción de las sociedades representativas y reconozcan la democracia.

     Por su parte, el tercer ponente, Carlos Lorenzana, consultor electoral que ha colaborado en mas de 50 porcesos electorales, se encargó de destacar diversas estrategias para que las mujeres que pretendan participar en alguna candidatura logren una campaña exitosa a partir de su propio conocimiento y, a su vez, el de sus opositores.

     Más tarde ese mismo día, el presidente de la Fundación Lázaro Cárdenas, Alejandro Chanona Burguete, presentó el cuaderno de divulgación denominado La participación política de la mujer, editado por dicha fundación, que fue entregado a todas las participantes para poner a su disposición estadísticas sobre la desigualdad de género en la participación política, y datos sobre el empoderamiento femenino y los desafíos de las mujeres, entre otros temas.

     En el último evento de ese día, las asistentes participaron en el taller impartido por los especialistas de Gerencia en el Poder, Eduardo Robledo y Mara Hernández, quienes escucharon las inquietudes y aportaciones de las mujeres a fin de generar un intercambio de ideas sobre la igualdad de género en todos los ámbitos.