Antecedentes históricos de la seguridad social

ANTONIO ROSADO GARCÍA

Antonio Rosado García

La Seguridad Social ha sido motivo de preocupación desde el siglo XIX. La historia refleja que desde esa época los gobiernos de los países avanzados trataron de resolver los problemas de los ciudadanos que tuvieran la necesidad de ser atendidos con servicios médicos y en la etapa de vejez, la cual impide obtener recursos para solventar un gasto personal.

Se dice que su origen deviene de los miembros de la tripulación de los barcos, luego de aprobar que una parte de sus ingresos se destinara a un fondo económico que atendiera el pago de honorarios, medicinas, procedimientos médicos y demás gastos para recuperar la salud y poder continuar desarrollando su labor. Aunque no existe constancia de que este hecho sea el antecedente directo de la Seguridad Social, refleja la necesidad de los grupos sociales de tratar de resolver este angustioso problema.

Con el paso de los años, muchos pensadores se encargaron de estudiar los diversos sistemas o medios para atacar y solucionar esta ingente necesidad, que crecía a medida que la población aumentaba al igual que la necesidad de trabajar.

Fue así como en 1873, Inglaterra esbozó el sistema llamado “Ley de los Pobres” que pretendió ser la Seguridad Social, porque además de garantizar salud ofrecía una indemnización a los obreros que sufrían accidentes de trabajo o incapacidad que les impidiera continuar desarrollando sus actividades; el inconveniente es que solo aplicó a un número limitado de solicitantes.

Este sistema de ayuda social se reprodujo parcialmente en el resto del mundo sin que progresara, hasta que el canciller alemán, Otto Bismarck, presentó al Parlamento un proyecto de seguro obligatorio contra accidentes o enfermedades, que fue aprobado por el legislativo el 15 de julio de 1883, donde por primera vez se estableció que todas las industrias estaban obligadas a proteger a sus trabajadores. terioridad trató de resolver este problema social, decidió que su gobierno, a través de la Cámara de los Comunes y los Departamentos Ministeriales, realizara un estudio de todos los sistemas de seguridad social que existieran en el mundo, para crear uno que garantizara salud en su totalidad.

Greenwood, le encargó a Sir William Henry Beveridge, director de la Escuela de Economía de Londres, que presidiera la comisión para formular un proyecto de seguro social para la Gran Bretaña. Fue en junio de 1941 cuando se propuso adicionar ayuda a los familiares en caso de defunción del trabajador. En noviembre de 1942, Sir William entregó un informe al gobierno británico, el cual contenía la Ley de los Pobres, la Ley de Indemnizaciones a los Obreros, el Seguro Médico contra las Enfermedades, el Seguro de Paro Obrero (que funcionó parcialmente), la Primer Ley de Pensiones, y la Ley de Pensiones de Ancianos, Viudas y Huérfanos, a los que posteriormente se les incluyó el servicio preventivo de la medicina. Con ello, Gran Bretaña se colocó a la cabeza de la seguridad social en el mundo de forma que difícilmente podría ser igualada. Con el paso de los años, las constantes necesidades de la sociedad hicieron obligatorias las prestaciones por gastos de maternidad, de entierro y algunas otras propias de cada región, que en esta época complementan la idea de protección solidaria, que fue la base de la Seguridad Social.