La Declaración de Nueva York y el enfoque humanista del fenómeno migratorio

Pilar Lozano Mac Donald

Pilar Lozano Mac Donald
Secretaria General de Acuerdos de Movimiento
Ciudadano.
Presidenta de la Comisión del Mexicano
Migrante

Estados Unidos decidió retirarse del Pacto Mundial de la ONU por considerar que la política migratoria es decisión sólo de los estadounidenses

La Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó la Declaración de Nueva York, en septiembre de 2016, con el objetivo de mejorar la protección y gestión de los movimientos de migrantes y refugiados en el planeta.

La Declaración de Nueva York, conocida como el Pacto Mundial de la ONU sobre protección de migrantes y refugiados, le concedió al Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados el mandato para proponer a la Asamblea General, en 2018, un pacto mundial sobre el tema con dos ejes de trabajo: definición de respuestas ante el problema y un programa de acción.

No obstante los alcances de la Declaración, Estados Unidos decidió retirarse del Pacto Mundial de la ONU por considerar que la política migratoria es decisión sólo de los estadounidenses y que muchas de las disposiciones contenidas en el Pacto son incompatibles con sus políticas de inmigración y refugiados y con los principios dictados por la administración de Trump en materia de inmigración, mismos que se orientan a dos aspectos centrales: decidir la mejor forma de controlar sus fronteras y la facultad de decidir quién podrá entrar a ese país.

Esta acción es una más de las varias que la presidencia de Donald Trump ha adoptado para romper diversos compromisos adquiridos por Barack Obama, como el Acuerdo de París sobre el cambio climático, el retiro de Estados Unidos de la UNESCO o la amenaza de dejar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

En el tema migratorio, el actual gobierno de Estados Unidos ha intentado hasta en tres ocasiones implementar un veto migratorio y, en el caso de los migrantes mexicanos, ha impulsado una política que criminaliza a los migrantes, ocasionando su detención y deportación inmediata, además de una necia posición de construir un muro fronterizo para detener los flujos migratorios de mexicanos hacia su territorio.

En el fondo, el impacto de la decisión de Estados Unidos de abandonar el Pacto, representa no sólo la disposición de ese país de autodeterminar el control de sus fronteras y autorizar o negar el ingreso de personas, sino que implica un trato indigno a personas que migran de su país de origen hacia otro por diversas razones.

Pero, ¿qué es lo que contempla la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes? Expresa la voluntad política de los dirigentes mundiales de salvar vidas, proteger derechos y compartir la responsabilidad a escala mundial en beneficio de refugiados, migrantes, las personas que les ayudan y los países y las comunidades a donde llegan.

Compromisos de la Declaración de Nueva York

La Declaración de Nueva York contiene importantes compromisos orientados a resolver los problemas que afrontan las personas que salen de su país y llegan a otro en calidad de migrantes y refugiados. Entre ellos, destaca que dicha Declaración busca:

  • Proteger los derechos humanos de todos los refugiados y migrantes, independientemente de su condición.
  • Asegurar que todos los niños refugiados y migrantes estén estudiando en un plazo de unos meses después de su llegada.
  • Prevenir la violencia sexual y por razón de género, y responder ante ella.
  • Prestar apoyo a los países que rescaten, reciban y acojan a un gran número de refugiados y migrantes.
  • Trabajar para poner fin a la práctica de detener a los niños a efectos de determinar su estatus migratorio.
  • Condenar enérgicamente la xenofobia contra los refugiados y los migrantes, y respaldar una campaña mundial para combatirla.
  • Reforzar la contribución positiva de los migrantes al desarrollo económico y social de los países de acogida.
  • Mejorar la prestación de asistencia humanitaria y para el desarrollo en los países más afectados, en particular mediante modalidades innovadoras de soluciones financieras multilaterales, con el objetivo de subsanar todos los déficits de financiación.
  • Aplicar una respuesta integral para los refugiados, sobre la base de un nuevo marco que establezca la responsabilidad de los Estados Miembros, los asociados de la sociedad civil y el sistema de las Naciones Unidas.
  • Encontrar nuevas viviendas para todos los migrantes y refugiados.
  • Fortalecer la gobernanza mundial de la migración incorporando a la Organización Internacional para las Migraciones en el sistema de las Naciones Unidas.

Por tanto, la Declaración de Nueva York resultará en acuerdos concretos que darán un sentido de orden en el concierto internacional a las acciones en materia de migración y refugiados que permita una migración segura, regular y ordenada.

En esto radica la importancia de la determinación de los Estados Unidos de abandonar estos trabajos, sobre todo porque en la actualidad hay aproximadamente 65 millones de refugiados que, en otros países y otras zonas de su propio país, han sido expulsados por razones económicas o conflictos armados, y alrededor de 245 millones de inmigrantes, de los cuales poco más de 36 millones son mexicanos.

El retiro de Estados Unidos implica el abandono a las responsabilidades de ese país sobre el respeto a los derechos humanos de los migrantes y refugiados. Pero sobre todo, debe llamar la atención para guiar la perspectiva con la que se debe abordar el fenómeno migratorio, en el cual, como señala Alfredo Jalife, es imprescindible no perder el enfoque humanista.