Editorial
EL CAMBIO QUE VA

En las páginas centrales de esta edición de El Ciudadano, dedicadas a la puesta en marcha del Frente Ciudadano por México, integrado por Movimiento Ciudadano y los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, puntualizamos que se trata de un gran esfuerzo provisto de un Proyecto de Nación sólido, nutrido por las demandas sociales, que se someterá al escrutinio de organizaciones ciudadanas, instituciones académicas, expertos en planes de desarrollo y agrupaciones empresariales y políticas.

Pero también advertimos que lo que sigue no es tarea fácil. Hay que hacer frente a un tambaleante pero todavía temible régimen político, engendrado hace casi 90 años para conservar en el poder a quienes desde entonces se declararon dueños de la Revolución triunfante, no obstante la sangrienta guerra fratricida que provocaron sus ambiciones.

Las resistencias al cambio, los ataques desmesurados, los patéticos intentos de amarrar navajas entre los impulsores del Frente Ciudadano por México, están a la vista. No nos equivocamos al señalar que provendrían, como ocurre ya, de pequeños grupos, de una peligrosa caterva de servidumbre humana.

Descalifican, siembran dudas y sospechas. Incluso sus personeros deshonran la libertad de expresión sin el menor rubor. Defienden y protegen como suyo el régimen benefactor que los resguarda, que invierte en ellos miles de millones de recursos públicos.

Dice el tratadista francés Jérôme Bindé, citado en las páginas centrales de esta edición (“En ruta hacia el cambio”), que la política, como la ciencia, está involucrada en el juego del poder.

Estas reflexiones de Bindé nos llevan a reconocer que algunos comunicadores muy identificados (no todos, para inmensa fortuna del proceso democratizador puesto en marcha), también están involucrados en los juegos perversos del poder. Perversos porque, llevados por intereses ocultos, han hecho causa común con el prejuicio, la ignorancia, el cálculo ciego e interesado y el egoísmo indiferente.

Simplemente es miedo. Miedo al cambio.