La violencia no tiene rango social

Claudia Trujillo Rincón

Claudia Trujillo Rincón
Coordinadora Nacional de Mujeres en Movimiento
@trurin

Debemos romper los estereotipos que propician más y más violencia

La violencia de género no tiene nombre, cargo ni estrato social porque afecta a todas las mujeres del país y del mundo. Hoy tiene cara de la senadora Ana Guevara que sufrió una agresión física; también la tuvo de la diputada María Elena Orantes que sufrió una agresión en medios de comunicación por su físico.

Y así podríamos ir describiendo a la gobernadora Pavlovich, a las alcaldesas de Oxchuc, Chenalho o Apango, a las regidoras de un sin número de municipios del país, a la magistrada de San Luis Potosí, también a la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota, y a las múltiples candidatas que en campaña han sufrido agresiones verbales y físicas, en fin.

Es una avalancha imparable de agresiones verbales, físicas, psicológicas que se suscitan, pero no sólo en el ambiente político, esto se vive diario en la calle, escuela, trabajo, transporte público y en los propios hogares.

Quienes abanderamos la causa, todos los días festejamos que el Congreso de la Unión y sus integrantes se manifiesten y reprueben dichos actos de violencia, pero para ser más precisas; queremos algo más que discursos.

A la Cámara de Senador@s y Diputad@s exigimos la atención, discusión y dictaminación del un marco legal que realmente brinde elementos que otorguen protección jurídica a las mujeres, al igual que las reformas a la Ley para una vida libre de violencia contra las mujeres, que en la LXII Legislatura tenía seis iniciativas a discutir, pero en la LXIII Legislatura tiene 12 iniciativas, aunque sin avance alguno. A pesar de que en esta Ley se han atendido otras reformas, se dejó a un lado la que actualiza los tipos penales en el tema de violencia.

¿Por qué no puede atenderse esta reforma si todos los días hay violencia?

Al Estado mexicano le exigimos las ACCIONES AFIRMATIVAS PREVENTIVAS para poder detentar nuestras libertades de tránsito, de profesión, de expresión, entre otras, sin ser agredidas o asesinadas por nuestro género, ya que a diario en nuestro país la violencia cobra la vida de siete mujeres.

La prevención en México no está en el mapa, deben dictarse acciones que realmente reflejen un cambio. La Alerta de Violencia de Género (AVG) lleva una ruta y es un proceso que estamos dispuestas a seguir. Sin embargo, en los estados donde ya se emitió, aún no se percibe ningún ejercicio preventivo que esté ayudando a detener este flagelo. ¿Qué hacen las áreas de prevención? ¿A qué se comprometen?

Por otra parte, a los medios de comunicación se les agradece por ayudar a difundir estos graves episodios, ya que esto permite sensibilizar más a la sociedad. No obstante, es necesario exigir a quienes escriben en dichos medios respetar el rol de la mujer. Bienvenida la crítica, pero por nuestro desempeño, no por nuestro físico, por nuestra familia o por temas que ejercen violencia psicológica. Debemos romper los estereotipos que propician más y más violencia. Ayúdenos lanzando campañas con el mensaje cada vez más claro y más fuerte de: ¡NO MÁS VIOLENCIA!
A la sociedad en general le pedimos que no sea indiferente en cuanto a lo que nos dicen y viven nuestros niños y niñas, nuestros jóvenes y nuestras mujeres todos los días. Respetemos y ayudémonos como sociedad.

Concluyo como inicié este texto: la violencia no tiene rango social. Hoy fueron ellas, mañana podemos ser nosotras, VAMOS JUNT@S como Ciudadan@s libres por un México sin Violencia.

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