Arranque de la Bancada de los Ciudadanos

Clemente Castañeda Hoeflish
Diputado Federal de Movimiento Ciudadano

Movimiento Ciudadano llega a la Cámara de Diputados después de un proceso electoral histórico que nos permitió incrementar nuestra presencia en este órgano legislativo y llegar con la confianza de millones de mexicanos libres. Este es un reto que asumiremos con una gran responsabilidad y con la voluntad de hacer lo correcto para demostrar que se puede hacer política con principios y del lado de la gente.

Nuestra Bancada de los Ciudadanos se enriquece con una pluralidad de perfiles de distintos rincones de nuestro país y de la experiencia de quienes ya han ocupado cargos legislativos y responsabilidades públicas, pero también con la presencia de jóvenes que buscan innovar en las formas de hacer política y regresarle la confianza a los ciudadanos. La principal fortaleza de nuestra bancada es la pluralidad y la diversidad de perfiles que desean enriquecer la vida pública del país.

Es importante mencionar que los Diputados Ciudadanos hemos renunciado a los seguros de vida y de gastos médicos que ofrece la Cámara de Diputados como privilegios para los legisladores. Del mismo modo, hemos sido los primeros en presentar un Código de Ética, que nos obliga a trabajar con principios y dignidad, a transparentar nuestras decisiones y nuestros recursos, y que nos convertirá en la primera bancada del país en presentar nuestras declaraciones patrimoniales, de intereses y fiscal. Con estos principios es que buscamos construir una nueva historia en la forma de legislar y hacer política.

Llegamos a la Cámara de Diputados conscientes de que México no se mueve en la dirección correcta, que el régimen que tenemos es esencialmente funcional a los partidos de siempre y a la clase política, como lo podemos comprobar en las graves violaciones a los derechos humanos que se padecen en nuestro país, como los casos de Tlatlaya, Ayotzinapa y Ostula, o como los atentados contra periodistas, la generalización de las desapariciones forzadas y de la tortura; o como lo atestiguamos con el incremento de la pobreza extrema durante los primeros años de la actual administración y la profundización de la desigualdad y la marginación; o como lo atestiguamos en el clima de inseguridad y violencia que se nutre de una impunidad rampante en nuestro sistema de procuración e impartición de justicia.

La situación que enfrenta el país no es sencilla y reclama de la más absoluta responsabilidad y capacidad de quienes toman decisiones; nuestro papel en la Cámara de Diputados será ejemplar, una muestra de que se puede hacer política legislativa diferente, con principios y del lado de los ciudadanos. Nuestro papel será representar la oposición que necesitan y reclaman los mexicanos, una oposición crítica y constructiva, que invite al debate y al diálogo, que sea sumar pero que nunca traicione la confianza de los ciudadanos. Hoy nuestro país exige de una fuerza política de oposición seria, inteligente y creativa, que sea un contrapeso y un vigilante del actuar del gobierno.

Por ello, ante el reto que enfrenta el país, los Diputados Ciudadanos llegamos al Congreso de la Unión con la convicción de hacer lo correcto, porque nosotros estamos seguros de que la política no se trata de los intereses de los partidos, sino de los ciudadanos, de sus causas, de sus problemas, de sus necesidades y de sus anhelos. Para Movimiento Ciudadano ese es el interés público y por lo que decidimos participar en la política.

En la Cámara de Diputados defenderemos e impulsaremos las propuestas con la que nos comprometimos durante la campaña, buscando delinear un camino para regresarle el rumbo correcto a México. Movimiento Ciudadano jugará un papel proactivo y constructivo en el diseño de una agenda legislativa consistente y ciudadana.

En primer lugar, pondremos al ciudadano en el centro de las decisiones públicas, porque entendemos que su participación es el oxígeno de la vida democrática, y necesitamos legislar figuras de democracia directa y participativa como la revocación de mandato y el presupuesto participativo, necesitamos generar una legislación a la altura de los mexicanos, en donde se abran las puertas del Estado y en donde se trasforme la relación entre los ciudadanos y el poder público.

En segundo lugar, nos concentraremos en impulsar un modelo de eficiencia presupuestal, anclado en la austeridad y la racionalidad, para contener el derroche de recursos públicos, por ejemplo, planteando la reducción del financiamiento a los partidos políticos y poniendo topes a los gastos de publicidad del gobierno. En México necesitamos dejar de gastar el dinero en cosas que no le sirven a los ciudadanos, bajo criterios de austeridad y disciplina presupuestal, para contar con mayores recursos para inversión pública y para combatir la desigualdad; es hora de que en México comencemos a presupuestar con justicia y equidad.

Un tercer eje fundamental de nuestra agenda, será el impulso a los derechos humanos, para enfrentar de manera decidida fenómenos tan graves como la tortura, las desapariciones forzadas y las agresiones a periodistas y activistas de la información. En este sentido, ya hemos propuesto la creación de una Comisión de la Verdad para el caso Ayotzinapa, que se concentre no sólo en esclarecer los hechos, sino en buscar justicia mediante la búsqueda de los estudiantes y la reparación integral del daño a las víctimas.

En cuarto lugar, seremos enfáticos en el combate a la corrupción y a la impunidad, los dos motores que han hecho que México se mueva en la dirección incorrecta. Es tiempo de que generemos una normatividad adecuada para contener la corrupción, para transparentar la toma de decisiones, evitar el tráfico de influencias y los conflictos de interés. Pero sobre todo, debemos ser capaces de transitar hacia un modelo de impartición de justicia en donde no tenga cabida la impunidad.

Finalmente, dedicaremos amplios esfuerzos a la construcción de una agenda integral de combate a la desigualdad y a las inequidades, mismas que han impedido el desarrollo de nuestro país y el ejercicio pleno de las libertades. Tenemos que aspirar a construir un verdadero modelo de política social que garantice el respeto a la dignidad de las personas y su desarrollo, poniendo énfasis en la educación, la salud y la vivienda. Hoy, la brecha de desigualdad, representa el principal obstáculo para que México salga adelante, y resulta muy grave que durante los primeros años de la actual administración haya incrementado en dos millones el número de mexicanos que ingresaron al mundo de la pobreza.

Con estos principios y esta visión es que construiremos una ruta de trabajo en donde pondremos en el centro de la vida pública a los ciudadanos y sus intereses, por encima de los partidos de siempre y de la clase política, que le ha dado la espalda a los mexicanos y se ha dedicado a construir acuerdos que han llevado a México a una situación límite.

La responsabilidad de Movimiento Ciudadano será convertirse en un protagonista de la vida pública nacional, para fungir como contrapeso y como un actor con identidad y causas propias. Para ello, le regresaremos al Poder Legislativo su lugar como el espacio de reflexión nacional en donde se honra la voz de los ciudadanos. El Congreso de la Unión no puede ser una ventanilla de trámites ni un espacio para las negociaciones de espaldas a los ciudadanos. Por ello, desde la Bancada de los Ciudadanos nos empeñaremos en demostrar que se puede legislar con principios, con dignidad y del lado de la gente.