Anya Villanueva Forte
En los últimos años se ha observado una transformación en la manera en la que consumimos y pagamos por entretenimiento. Este cambio se debe, en gran parte, a los numerosos servicios de streaming (reproducción de contenido multimedia en paralelo a la descarga de Internet) que han surgido para sacudir a los diferentes mercados en los que, hasta muy recientemente, predominaban las compañías de cable. Ahora cada tipo de espectador puede encontrar el contenido que quiere sin tener que pagar costosas cuentas mensuales. El proveedor de streaming que notoriamente ha revolucionado la forma en la que consumimos entretenimiento es Netflix.
El sistema que rige la industria de la televisión tiene imperfecciones. Las compañías de cable han tenido que encontrar formas para mantenerse en la competencia, pero con un modelo de negocio que cada día es más obsoleto. Un artículo publicado por Forbes hace un par de años refería que el modelo de televisión por cable no sólo es impopular, sino también insostenible a largo plazo. Y es que, para empezar, ha habido un incremento en los precios causado por el aumento en costos de renovaciones de contrato por las compañías de medios a las que pertenecen las cadenas.
Mantener a las cadenas en colaboración con un servicio de cable resulta cada vez más complicado y costoso. Las disputas financieras han llevado a muchos a abandonar sus acuerdos con los servicios de cable, lo que origina, a su vez que los paquetes básicos tengan menos canales disponibles atractivos al usuario.
Esa es otra desventaja de la televisión por cable; que el contenido se ha vuelto tan segmentado que se dirige a una parte muy pequeña de los usuarios. Los productos que se ofrecen poco toman en cuenta las preferencias de los clientes, mucho menos hacen por acoplarse a sus elecciones para recomendar algo más. Y, finalmente, la insatisfacción de los televidentes es notoria. Resulta común que las compañías de cable ofrezcan paquetes que incluye televisión por cable, Internet y teléfono (bundle); y es muy frecuente que los clientes se sientan insatisfechos con la calidad del servicio que reciben. Tanto en México como en Estados Unidos, estas tendencias parecen ser muy similares y al final, estos paquetes resultan demasiado caros para el espectador promedio.
La empresa Netflix está muy al tanto de estas deficiencias del modelo de la televisión tradicional y por cable, en especial del descontento de los usuarios de cable, que son los clientes a los que han atraído con más éxito.
Para Netflix, algo que ha sido muy popular es la cuota mensual fija y accesible para sus clientes. Lo han hecho de tal forma, que los usuarios no sienten que sea una carga pagar un precio moderado que no se ha incrementado desde hace años.
Además, se agradece el poder ver películas y programas sin las interrupciones constantes de los molestos anuncios de la televisión tradicional. En otras palabras, Netflix ha logrado evolucionar gradualmente para crear una marca extremadamente atractiva.
Los cambios que poco a poco han hecho a esta compañía lo que es hoy en día, fueron implementados a manera de prueba y error. No hay precedentes para lo que están llevando a cabo y nunca había sido tan atractivo un servicio de entretenimiento. Por ejemplo, la manera en la que han logrado hacer de su producto algo cool entre sus usuarios ha sido clave para crecer.
El desarrollo de Netflix ha marcado una nueva tendencia que rompe paradigmas sobre viejos comportamientos de consumo y sobre nuestras percepciones de binge watching (literalmente “atracón de visualización”; la acción de ver un episodio tras otro sin interrupciones durante periodos de tiempo considerables). Netflix ha logrado hacer que el espectador se quede en casa un viernes por la noche para ver películas o para terminar de ver esa serie que literalmente lo tiene atrapado.
Después de este éxito, Netflix ha buscado moverse hacia la producción de contenido original que defina su marca. La creación de contenido ha sido desarrollada también por otros servicios populares de streaming como Amazon Prime y HBO Now, en los que, con una suscripción mensual viable, se da acceso a todo el contenido, sin importar lo que se consuma.
Actualmente, Netflix tiene una larga lista de programación original en todos los géneros; desde dramas como House of Cards, Orange is the New Black, Sense8, y su primer drama en español, Club de Cuervos, hasta comedias, documentales y programas para niños.
El complejo algoritmo detrás de su sistema de recomendaciones, analiza las elecciones individuales de cada usuario y logra así que el orden de las sugerencias dadas en su página principal sea única. De modo que el contenido que aparece y el orden de los títulos están diseñados especialmente para ser lo más atractivo y apropiado para cada usuario.
Gracias a esos factores en los que Netflix se ha distinguido, es posible esperar que su marca y su contenido sigan en crecimiento, ya que su modelo de negocio va un paso adelante de su competencia en cable. Por ambas razones: precio y contenido, es presumible que el cable decaiga en los próximos años en tanto Netflix avance y domine los mercados mundiales del entretenimiento.
