¿Por qué no festejar el día de la mujer?

Claudia Trujillo

Claudia Trujillo Rincón

Coordinadora Nacional de Mujeres en Movimiento

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer se realiza cada 8 de marzo con motivo de la trágica muerte de 146 mujeres, que gracias a la impunidad, abuso y explotación que sufrían, murieron quemadas en una fábrica de Nueva York en 1911.

Partiendo de este origen, es de preocupar que de unos años a la fecha, esta conmemoración se lleve a cabo por algunos sectores, sobre todo los masculinos, como una “celebración” a la mujer y se honre de manera frívola la imagen femenina. 

“Felicidades”, “Feliz día”, “Una flor para ustedes, mujeres”, “Madre, amiga y amante” son frases trilladas que en esta fecha son recurrentes y distan mucho de llevarnos a la verdadera reflexión que sugiere el día.

Éste es el momento de defender las conquistas de las mujeres, reconocer desafíos y dirigir mayor atención a los derechos de las mujeres y la igualdad de género para motivar a todas las personas a que realicen el trabajo que les corresponde.

Es tiempo de trabajar por construir un mundo en el que todas las mujeres y las niñas puedan ejercer sus opciones, como participar en la política, educarse, obtener un ingreso y vivir en sociedades libres de violencia y discriminación.

El movimiento internacional en defensa de los derechos de las Mujeres, creciente y reforzado por la Organización de Naciones Unidas ha celebrado cuatro conferencias mundiales sobre la mujer y ha contribuido a que la conmemoración del Día Internacional de la Mujer sea un punto de convergencia de las actividades coordinadas en favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica.

Como parte del 20 aniversario de la Plataforma y el Plan de Acción de Beijing, ONU Mujeres hizo un llamado a una acción urgente en cinco áreas prioritarias, que incluye, entre otros, una transformación de las normas sociales discriminatorias y estereotipos de género; una reorientación de la política macroeconómica; y asegurar la participación plena e igualitaria de las mujeres en la toma de decisiones a todos los niveles.

El 8 de marzo “no hay nada que celebrar”, es un día para recordar a miles de mujeres destacadas y a las mujeres anónimas que trabajan cada día por un mundo más justo, igualitario y libre de violencia; a las supervivientes de violencia machista y a las que no lo consiguieron…