La esperanza, gran amiga de la mujer

Rosalinda Arredondo Esquivel
Delegada de Mujeres en Movimiento en Coahuila

La esperanza es una gran amiga de la mujer; para la esperanza, la gramática no tiene más que un tiempo: el futuro; todos los días tienen un mismo nombre: el mañana.

     En Coahuila, como a nivel nacional, las mujeres tienen la necesidad de obtener ingreso para sus familias, aunada a la responsabilidad de los hijos y, en muchos casos, de adultos mayores también. Año con año se va incrementando la fuerza laboral de la mujer, partiendo en promedio de los 12 años de edad.

La mayoría de las mujeres jóvenes de nuestro estado tienen que trabajar y estudiar al mismo tiempo para obtener una preparación, dado el desempleo existente y la poca remuneración que perciben sus padres. Considerando la situación difícil, sería bueno establecer proyectos, programas y becas en apoyo a nuestras mujeres, para motivarlas a seguir adelante y aligerar un poco la carga económica.

logo-mujeres-en-movimientoHoy por hoy, la mujer no solo ha sido obligada socialmente a laborar como asalariada, sino que está comprometida a cumplir tareas económicas, sociales y políticas que exige el presente.

Una mujer impulsa cambios, confronta realidades, y en Coahuila existe gran exceso de poder y de marginación política para nosotras, por lo cual es necesario que la mujer coahuilense no calle y hable para defender los derechos que tenemos ante nuestra sociedad.

GUERRERAS

Soy una mujer guerrera que ha demostrado que somos iguales o más capaces que los compañeros hombres, que una mujer es más honesta y comprometida con el trabajo. Estoy convencida de que:

Una mujer conoce la problemática de nuestras localidades y sabe cómo resolverla.


Una mujer demuestra interés en los temas que más afectan a las personas día con día. Nos duele un niño enfermo, un hijo sin posibilidades de estudiar, un discapacitado, una madre trabajadora sin posibilidades de que le cuiden a su hijo, una madre soltera que no puede continuar con sus estudios, un padre de familia desempleado, etc.


Una mujer es sensible ante cualquier tema “duro”, ya sea económico, fiscal o energético, ya que tenemos la capacidad de involucrarnos.


Una mujer quiere retos, porque necesitamos hombres y mujeres que realmente representen los intereses del ciudadano manteniéndolos informados.


Una mujer tiene vocación de servicio siempre inspirada en el amor, y la traslada al actuar político, transformándolo, enriqueciéndolo y brindándole un rostro humano.


Es la hora de darle esperanza política a la mujer, de dignificar su labor de servicio a través de las mujeres que aman a México y a sus comunidades.


Por todo lo anterior, es indispensable que la política mexicana “aporte más mujeres”, es nuestra esperanza.