Candidaturas independientes, una cita con la historia

Eugenio Govea Arcos
Diputado en el Congreso del Estado de San Luis Potosí

De todos es conocido que a partir de la Declaración de Derechos de Virginia (1776) y de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789), la libertad se considera base fundamental de los derechos de las personas, y se establecen la soberanía residente en el pueblo y la participación de los ciudadanos en las cosas públicas.

A partir de la aceptación de la democracia como forma de gobierno, el sufragio materializa la manifestación de las mayorías en la elección de las personas que deban tener la alta responsabilidad de la administración pública y el gobierno.

En nuestro país, a partir de 1810 y hasta los primeros años del siglo XX, los candidatos a ocupar puestos de elección popular eran candidatos independientes. El número de habitantes de nuestro país (entre 6 y 15 millones) y la dispersión de las localidades, fueron factores fundamentales para que este fenómeno se desarrollara. Por su parte, los partidos políticos, precariamente identificados en esa época, carecían de plataforma, militancia y cuadros políticos para postular candidatos.

Es después de casi 80 años que se plantean reformas a nuestra Constitución, y como consecuencia, al Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales, a fin de que resurjan las candidaturas independientes. Estas iniciativas fueron compartidas por el Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, entonces Convergencia.

Hoy, resulta importante para Movimiento Ciudadano establecer en San Luis Potosí la figura de las candidaturas independientes, poniendo énfasis en las pautas de financiamiento público y privado; en las adecuaciones de los porcentajes requeridos que respalden la candidatura independiente; en fortalecer el sistema de partidos para que subsistan tanto las candidaturas independientes como los candidatos partidistas.

Los ciudadanos no pueden ni deben ser orillados a pertenecer o, en su caso, a simpatizar con un instituto político, y por lo tanto, requieren de una opción válida que represente legítimamente sus aspiraciones.

La insatisfacción y el desencanto de los ciudadanos que crece elección tras elección y que se debe a la baja calidad de los candidatos propuestos por los partidos políticos y al abuso de los funcionarios de elección popular, es circunstancia suficiente para dar impulso a la participación de mujeres y hombres que cuenten con las aptitudes y actitudes necesarias para el ejercicio de la función pública, pero que no quieran hacerlo a través de la postulación de un partido político, sino desde la trinchera de ser “simples ciudadanos”.

Abrir espacios políticos sin nexos partidistas es demanda sentida en nuestra sociedad y en nuestro tiempo. No podemos ni debemos continuar auspiciando el crecimiento de los votos nulos, o la “postulación” de candidaturas imposibles y grotescas, como la del “Burro Cleofas” en San Luis Potosí hace ya muchos años, o como la del “Candigato” en Xalapa en el proceso electoral de este año.

Las legislaturas de los estados deben modificar sus ordenamientos legales en materia electoral a más tardar en el mes de agosto del presente año. Quienes integramos las diferentes corrientes políticas en San Luis Potosí, en coordinación con los integrantes del Consejo Estatal Electoral y de Participación Ciudadana, nos dimos a la tarea de analizar y producir la iniciativa de reforma a la Ley Electoral del Estado, a fin de que la participación de candidatos independientes pueda materializarse en la próxima elección de gobernador, presidentes municipales y diputados locales. En la iniciativa privilegiamos el principio de equidad, de tal forma que aquellas ciudadanas y ciudadanos que deseen participar puedan hacerlo en igualdad de circunstancias.

Los potosinos, y todos los mexicanos, nos encontramos frente a las dudas que generan las opiniones a favor y en contra de la figura de candidatos independientes; nuestra memoria genética no registra la forma en que se llevaban a cabo las elecciones hace más de un siglo. La voluntad y la capacidad de asimilar el resultado de la experiencia de unas próximas elecciones con la participación de candidatos independientes, serán lo que nos lleve al perfeccionamiento de las disposiciones legales en la materia.