NAYARIT
La vieja capital de Nueva Galicia, Señorial de Compostela

Hugo Joel Cervantes

Conquista del Espíritu Santo de la Mayor España, Santiago de Galicia de Compostela, entre otros, son algunos de los nombres que Señorial de Compostela recibió desde 1540, de parte de los españoles que conquistaron estas tierras principalmente por las costas de Jaltemba y Bahía de Banderas.

El término “Señorial” es símbolo de respeto y majestuosidad por su grandeza y por la nobleza de su pueblo, única ciudad en la República que ostenta esta denominación.

Compostela guarda un significado que une la tierra con el cielo: “campo de estrellas” del latín “campus stellae”, es el nombre que describe la belleza de esa tierra tranquila, productiva, pintoresca, placentera, rica por sus playas y la calidez de la gente que te recibe.

Ubicada en los paralelos 21º22’ a 20º52’ de latitud norte, y los meridianos 104º49’ a 105º22’ de longitud oeste, en la costa sur del estado de Nayarit. Limita al norte con San Blas y Xalisco; al sur con el municipio de Bahía de Banderas y el estado de Jalisco; al este con los municipios de Santa María del Oro, San Pedro Lagunillas y el estado de Jalisco; y al oeste, con el Océano Pacífico.

Los principales recursos naturales del municipio son los turísticos y pesqueros, por su vasto litoral y playas de gran belleza. Además, cuenta con zonas agrícolas y pecuarias, y un terreno montañoso rico en recursos forestales.

Tierra del Santo Santiago el Mayor, discípulo de Cristo y evangelizador de Galicia, patrono de España y de la Real Pontificia Ciudad de Compostela Nayarit, y ciudad devota al señor de la Misericordia, cuna de numerosos hombres y mujeres ilustres como: Rosa Navarro, poetisa y maestra liberal, y Fernando Montaño, normalista distinguido, director e inspector de escuelas, y maestro de personalidades como: Amado Nervo, Leopoldo Mercado, Alfredo Narváez, Carmen Bustamante, entre otras.

Sus habitantes se llenan de orgullo al pertenecer a un histórico e importante pueblo del estado de Nayarit. Sin duda alguna, su plaza, su templo, sus costumbres, sus tradiciones y su gente, son la prueba fehaciente que el “campo de estrellas” está más brillante que nunca.