Los ciudadanos, más importantes que los partidos

Andrés Manuel López Obrador, la política partidista y electoral, los personajes de las fuerzas progresistas y sus aspiraciones a la candidatura presidencial de 2018, la reforma energética y la defensa del petróleo, las actuales figuras del poder, el camino del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y el rumbo de Movimiento Ciudadano, son temas que, entre otros, trata Dante Delgado, dirigente nacional de Movimiento Ciudadano, en recientes declaraciones al periodista Federico Arreola, director general de la agencia SDP noticias. Ofrecemos a nuestros compañeros y lectores, en estas páginas, un resumen de las declaraciones de nuestro dirigente nacional.

Se ha deteriorado tanto el manejo de partidos que dicen que son de izquierda y no actúan como tales, que es mejor que nosotros tengamos una definición clara: Movimiento Ciudadano asume los principios ideológicos y políticos de la socialdemocracia renovada. Somos un partido socialdemócrata consistente.

En las elecciones federales y la presidencial de 2018 hay que apostarle a construir un polo progresista. ¿Posibles alianzas? Sí, no entre todos los partidos, si no entre los que quieran.

Tendrá que hacerse una adecuada evaluación de los aspirantes progresistas a la Presidencia de la República. Además del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y de Andrés Manuel López Obrador, están Miguel Mancera, actual jefe de gobierno del D.F., y su antecesor Marcelo Ebrard, quien tuvo un muy buen desempeño. Hay otras figuras progresistas relevantes, como Ricardo Monreal y el jalisciense Enrique Alfaro, quien estuvo a cuatro puntos de ganar la gubernatura de Jalisco y encabeza una fuerza política regional muy relevante. Tiene carisma, potencial y proyecto como para verlo competir por la candidatura presidencial en 2018.

Andrés Manuel López Obrador es un hombre de una gran vocación, acción y capacidad. Es un hombre de una gran lucidez y se ha echado encima un gran compromiso. Tuvo un desgaste excesivo entre 2006 y 2012, periodo en el que invirtió mucho tiempo en recorrer todo el país. La falta de descanso y de tiempo para el esparcimiento, deterioró su salud. Hago votos para que se recupere pronto y bien. Nadie ha hecho lo que él hizo.

Como jefe de gobierno, Miguel Mancera tiene responsabilidades políticas que no puede eludir. Una de ellas es compartir con el presidente de la República actos de relevancia en beneficio de los habitantes del Distrito Federal. No se trata de calificar si va o no a los actos con el presidente, lo importante es que tenga una definición de estrategia a favor de la ciudad.

Percibo que desde el gobierno federal le crearon a la Ciudad de México una imagen de inseguridad que no tenía.

La llamada reforma energética es ciento por ciento privatizadora. Estamos en contra de la privatización del petróleo. Hemos planteado en el Congreso que se debió dar un margen de autonomía a Pemex, empresa a la que le ha faltado apoyo para invertir, y no subordinarla. Incluso la Secretaría de Energía es decorativa porque las decisiones se toman en la de Hacienda.

Es inadmisible que la tal reforma energética no haya aparecido antes en la agenda legislativa, en la plataforma electoral, en los programas de gobierno que por ley deben someterse a consideración de la ciudadanía. Se hizo lo contrario de lo que prometieron a los electores. La norma obliga a los partidos y a los candidatos a presentar agenda legislativa, plataforma electoral y programa de gobierno, y esa reforma no aparece en los planes expuestos por el PAN y el PRI en 2012.

La reforma hacendaria la pactaron el PRD y el PRI, sin el PAN. Lo que pasa es que el PRD era el hermano mayor en el movimiento progresista y pasó a ser el hermano menor en el Pacto por México. Antes, nada más el PRI y el PAN hacían las reformas regresivas en contra de la sociedad. Ahora tienen también el PRD.

Movimiento Ciudadano no acompaña el ejercicio que ha venido construyendo Andrés Manuel López Obrador en la defensa del petróleo. Defendemos el petróleo en nuestros propios términos.

La propuesta en materia energética la hizo el ingeniero Cárdenas en un foro convocado por la Fundación Lázaro Cárdenas de Movimiento Ciudadano. Ahí se planteó por parte del ingeniero Cárdenas la necesidad de hacer una reforma energética incluyendo a Pemex, modernizando a Pemex, dándole autonomía a Pemex sin privatización. Después el PRD tomó esa propuesta y la presentó como si fuera suya. Además, la defensa del petróleo aparece en nuestra plataforma electoral de 2012. En este sentido, Movimiento Ciudadano tiene un grupo parlamentario que está haciendo un trabajo sobresaliente en la Cámara de Diputados.

La organización la hacemos con los cuadros de dirección de Movimiento Ciudadano. Nuestros dirigentes parlamentarios no participan en la toma de decisiones del partido.

El movimiento progresista de 2012 viene de una reforma electoral regresiva. Después del fraude de 2006 empieza a nacer el movimiento progresista que lleva, en 2012, a Andrés Manuel a su segunda candidatura presidencial. Pero algo faltó. Andrés Manuel y su equipo más cercano se dieron cuenta de que después de hacer un trabajo extraordinario en todo el país durante cuatro años, solo se levantó un padrón. Rectificaron y empezó a nacer Morena, pero en términos reales se perdieron cuatro años de organización, que hubieran sido fundamentales para el nuevo partido.

El PRD me agredió cuando planteamos la pertinencia de que se constituyera un partido nuevo, que presidiría un proyecto a lo largo de cinco años. Había la posibilidad de constituirlo, hubiera sido un amplio frente progresista, en lugar de solo tres o cuatro partidos. El caso es que originalmente estábamos en el polo progresista, participamos en él. Se permitió que Morena participara. Por eso tenemos diputados como Monreal y Durazo que militan en Morena. De haber seguido ese eje rector no estuviéramos hablando de Morena por un lado y Movimiento Ciudadano por otro.

En 2012, Enrique Peña Nieto fue el candidato oficial de los gobernadores. La perversión en esa elección fue el manejo indiscriminado de los recursos públicos a favor del candidato oficial.

Tomé la decisión personal de asumir el proyecto de Movimiento Ciudadano porque se dio una transición. El Lic. Luis Walton, integrante del órgano de decisión política de Movimiento Ciudadano, se retiró para ser candidato en Acapulco y ganó la elección. Yo estaba en posibilidades de aspirar a ocupar el lugar de Walton y tomé la responsabilidad.

Nosotros siempre alentamos, desde el año 2000, la construcción de coaliciones electorales para hacerle frente al modelo neoliberal. Ahora que se rompía explícitamente un proyecto de coalición, tuvimos que vertebrar la organización de Movimiento Ciudadano en todo el país. También tomamos la decisión de transitar solos en el proyecto electoral de 2013, año en el que fuimos la fuerza política de mayor crecimiento en el país. Incluso ganamos más alcaldías que el PRD.

Lo importante va a ser el 2015, estamos trabajando para construir una ruta directa, diferente y convertirnos en la fuerza política más importante del polo progresista. Habrá que ver los resultados que se tengan en esas elecciones intermedias para pensar en la configuración del polo progresista para 2018.

Movimiento Ciudadano ha crecido con y sin alianzas. En muchas partes del país nos hemos convertido en la segunda o la tercera fuerza política.

Estamos construyendo un proyecto en todo el país, y siempre hemos dicho que en ese proyecto son más importantes las personas que los partidos. Por eso debemos abrir espacios a una participación mayor de la sociedad. Me refiero a personajes de la vida comunitaria con éxito en el desempeño de actividades académicas, profesionales, de trabajo social e incluso en actividad de gobierno, que tomen la decisión de participar en Movimiento Ciudadano, que está más abierto que ninguna otra fuerza política del país para abanderar sus causas.

En el gobierno actual quisieron tener un instrumento de acción política y cumplieron su objetivo con el Pacto por México. Desde esa óptica actuaron correctamente.

En la elección de diputados federales de 2015 no podrán ir juntos el PRD y Morena, porque legalmente no puede haber coaliciones en la primera elección como partido. Si alguien tiene que acreditar el peso específico de su avance político será Morena.

Enrique Peña Nieto toma decisiones sin la información suficiente. Así lo evidencia. No tener la mejor información implica costos políticos.