A 100 años del primer Congreso Feminista en México

Existe una lucha inacabada en materia de respeto a los derechos humanos de las mujeres

Claudia Trujillo Rincón

Claudia Trujillo Rincón

E

l pasado mes de enero se conmemoró en Mérida, Yucatán, el centenario del primer Congreso Feminista que se realizó en México y reunió a más de 600 mujeres, mismas que se dieron cita para alzar la voz con la finalidad de intentar redefinir el papel de la mujer en la sociedad.

Fue gracias al entonces gobernador considerado modernista, Salvador Alvarado, quien financió gran parte de los gastos generados por el evento y sufrió fuertes críticas, pero ofreció las condiciones para la realización de dicho evento.

Se sabe que fueron cuatro los temas fundamentales discutidos en 1916:

  1. Los medios sociales para liberar a las mujeres del “yugo de las tradiciones”.
  2. El papel de la escuela primaria “en la reivindicación femenina”.
  3. Las “artes y ocupaciones” para preparar a la mujer para el progreso.
  4. “Las funciones públicas que puede y debe desempeñar la mujer a fin de que no solamente sea elemento dirigido sino también dirigente de la sociedad”.

No es de extrañar que bajo esas temáticas, fuese allí donde se sentaran las bases para lograr el voto femenino y que allí mismo fuera donde grandes personajes del feminismo mexicano destacaran por su impulso y enorme compromiso con las mujeres: Rita Cetina, Beatriz Peniche, Francisca Ascanio, Consuelo Zavala y Elvia Carrillo Puerto.

Este encuentro sirvió para recordar que el esfuerzo de todas estas mujeres valió la pena, así como los costos sociales y morales que tuvieron que pagar por reunirse en 1916, a pesar de las opiniones de la época.

Si bien han pasado 100 años, la posibilidad de reunir a cientos de mujeres de diferentes disciplinas, partidos, actividades, edades y profesiones ha dejado un gran legado que se refleja a través de diversas actividades que hoy en la actualidad se han efectuado, como es la realización de conferencias, mesas de trabajo o discusión. Asimismo, recientemente se inscribió con letras de oro en el muro del congreso yucateco el nombre de Elvia Carrillo Puerto, lo cual demuestra el esfuerzo que se ha realizado en dicha materia.

Tenemos que tener presente que existe una lucha inacabada en materia de respeto a los derechos humanos de las mujeres, pese a que hoy se cuenta con leyes de vanguardia en ese sentido, pero es claro que aún hay mucho trabajo por realizar.