Editorial
La visión de Dante Delgado

Llegamos a 100 ediciones de El Ciudadano en el mejor momento de Movimiento Ciudadano.

Encuestas de prestigio de dos medios nacionales nos han colocado, este año, como la segunda fuerza política de México.

Y las elecciones de Veracruz y Durango, así como las extraordinarias de Puebla, lo han confirmado: el país tiene una nueva alternativa para el futuro.

Quienes caminamos al lado de Dante Delgado en los últimos años sabemos que él siempre tuvo clara la visión de lo que hoy es una realidad; un nuevo escenario político nacional en el que los partidos tradicionales presentan un rechazo de entre 70 y 80 por ciento de los ciudadanos y la disyuntiva está entre dos proyectos de país: el que gobierna México viendo al pasado y el que está creciendo de la mano de las nuevas generaciones y viendo al futuro.

Dante Delgado entendió que el país necesitaba, más que nunca, de un vehículo electoral en el que pudieran coexistir banderas históricas como la igualdad, la justicia social y los derechos laborales con los nuevos valores de la socialdemocracia, como la inclusión, la paridad, la transparencia y la defensa de los derechos de la naturaleza.

Y ante el extravío del régimen, cuyo episodio más grave y preocupante es la mal llamada Reforma Judicial que atenta contra la división de Poderes y el Estado Constitucional de Derecho, fue el dirigente político que mejor entendió que la única vía para construir una nueva mayoría era ofreciendo una alternativa de futuro y no un regreso al pasado.

Con su profundo conocimiento de la geografía humana de México, Dante Delgado sembró nuevos liderazgos en todo el país. Mientras la apuesta del régimen fue el “poder derivado”, que se otorga de arriba hacia abajo, apostó por el “poder generado” con una visión regional y a partir de lo local: de abajo hacia arriba.

Para llegar a este momento, Dante Delgado ha resistido frente a las presiones del poder político, pero también de los poderes fácticos. En lugar de una recompensa política individual, que muchas veces tuvo sobre la mesa, eligió la defensa de un proyecto colectivo y de grandeza. Una excepción, en medio de la descomposición generalizada de nuestra clase política.

Por eso, en esta icónica edición número 100 de El Ciudadano, otro más de tantos proyectos que ha puesto en marcha nuestro líder, podemos decirlo: el tiempo le está dando la razón.

Queda mucho camino por recorrer y tenemos mucho trabajo por delante para construir el México justo, próspero y de iguales que anhelamos. Pero vamos bien y partimos de la visión correcta: la visión de Dante Delgado.

Jorge Álvarez Máynez
Coordinador Nacional de Movimiento Ciudadano