EDGAR GONZÁLEZ RUIZ
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El pueblo mágico de Chignahuapan, que en náhuatl significa “sobre las nueve aguas”, se ubica en la entrada de la Sierra Madre Oriental, donde inicia la inmensidad de las barrancas del norte del estado de Puebla.
Entre sus atractivos turísticos destaca la Parroquia Santiago Apóstol, por su fachada estilo barroco indígena y sus colores radiantes que coinciden con los pintorescos jardines del zócalo y el kiosko, estilo mudéjar. Así como la Basílica de la Inmaculada Concepción que rinde homenaje a la Virgen María con una monumental escultura de 14 metros de altura, considerada la obra de arte más grande de América Latina bajo techo.
A su vez, más de tres mil artesanos se dedican a la fabricación de esferas de vidrio soplado, decoradas a mano. Sin lugar a dudas, resalta su belleza natural con la laguna de Chignahuapan, la presa de Cuatelolulco, la cascada Salto de Quetzalapa, así como los baños termales, que son visitados por la calidez de sus aguas sulfurosas de más de 50°C.
