Congreso
Extras para el cine

“El COVID-19 nos alejó de las salas, pero el cine nos ha permitido seguir soñando, estudiando y viajando a otros lugares gracias a las plataformas y contenidos digitales a los que podemos acceder desde nuestros televisores, computadoras y dispositivos móviles. Hoy nos toca apoyar a la industria y darle un extra al cine”

José Alberto Galarza
Senador de la República

 

Desde la creación del cinematógrafo y las primeras producciones de imágenes en movimiento hasta las nuevas plataformas On demand, el cine ha sido parte esencial de la sociedad y de la cultura mexicana. A las primeras décadas del cine en el siglo XX les debemos la construcción social de la figura de los caudillos y muchas de las representaciones y expresiones de “lo mexicano” que se han tenido en el extranjero durante mucho tiempo.

La Época de Oro tuvo su base en la calidad, el talento de las y los protagonistas y el apoyo al desarrollo de la industria, impulsada también por el contexto de un mundo en guerra que detuvo a las demás industrias, como la estadounidense y europea. Sin embargo, entre 1976 y 1994 las crisis políticas y económicas, empujadas por los procesos burocráticos y la corrupción que imperaba en las instituciones, así como el crecimiento sostenido de la industria estadounidense, hicieron que las inversiones y producciones agonizaran nuevamente.

Las políticas centralistas, el fortalecimiento de los monopolios, las crisis económicas y el desmantelamiento de las empresas del Estado, causaron el periodo más crítico que ha tenido el cine mexicano a lo largo de la historia.

Sin embargo, en sentido contrario de la falta de apoyo público, las productoras de todos los tamaños y, sobre todo, el talento mexicano, pudieron romper el muro gubernamental: Carlos Carrera, Alfonso Cuarón, Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y Emmanuel Lubezki, entre otros, han sido reconocidos por su talento con distintos galardones alrededor del mundo.

A pesar de que en los últimos 10 años la industria cinematográfica ha crecido en promedio 8.4 por ciento anual, en comparación con la economía general de México que creció 2.1 por ciento, las personas trabajadoras de la industria cinematográfica fueron testigos del desvanecimiento de los fondos públicos para realizar sus proyectos, quedando solo con el apoyo de las empresas que tienen incentivos fiscales limitados para favorecer a la industria y hacer posible que hoy el cine mexicano y el profesionalismo y calidad de sus trabajadores sea un referente a nivel internacional. Esto ha hecho que México, a través de su talento, esté presente y sea un actor principal en los más importantes espacios de exposición y festivales internacionales, posicionándose en 2019 en el lugar décimo de producciones a nivel mundial, con 216 películas.

A falta de estímulos adecuados y en el contexto de la crisis sanitaria provocada por el virus SARS-CoV-2, mejor conocido como COVID-19, las restricciones para cuidar la salud de las personas han hecho que las producciones se detengan y los cines luzcan vacíos.

A pesar de las súplicas y exigencias de actores, actrices, productores y trabajadores de la industria, en lugar de apoyar y rescatar el cine, el grupo mayoritario en el Congreso de la Unión aprobó la desaparición de los fideicomisos públicos de apoyo y fomento a las producciones cinematográficas y audiovisuales.

Este golpe bajo ha dejado en la incertidumbre al sector, que de por sí está en un punto de quiebre por el aumento de los costos de producción. En distintas reuniones, personas realizadoras me han manifestado que el costo de los seguros para realizar una producción y los gastos en general han aumentado en un 30 o 40 por ciento.

El COVID-19 nos alejó de las salas, pero el cine nos ha permitido seguir soñando, estudiando y viajando a otros lugares gracias a las plataformas y contenidos digitales a los que podemos acceder desde nuestros televisores, computadoras y dispositivos móviles. Hoy nos toca apoyar a la industria y darle un extra al cine.

El pasado 26 de noviembre presenté ante el Pleno del Senado de la República la iniciativa “Extras al Cine”, la cual impulsa la creación y el fortalecimiento de los montos de estímulos fiscales relacionados con el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto Sobre la Renta (ISR), así como la ampliación de la variedad en el tipo de gasto y los tipos de producciones.

Las productoras nacionales se verán beneficiadas al disminuir el pago por concepto de IVA en un 50 por ciento, es decir, tendrán una tasa del ocho por ciento sobre los principales gastos de producción; además, cualquier persona física o moral, nacional o extranjera, que desee invertir en la industria cinematográfica y audiovisual podrá tener un beneficio de un crédito fiscal del 30 por ciento sobre su declaración de ISR (actualmente el estímulo es del 10 por ciento).

Todas las producciones que pueden distribuirse en salas de cine, en televisión y en una gran multiplicidad de pantallas mediadas por internet, son un esfuerzo colaborativo que requiere políticas públicas y apoyos no limitativos. A todas las empresas que invierten en el Séptimo Arte, proyectos audiovisuales, series y documentales, queremos darles este extra. De aprobarse la iniciativa, México contaría con mejores estímulos y las condiciones idóneas para desarrollar su creatividad.