La influencia de Buñuel en el cine mexicano.

LA EXPOSICIÓN BUÑUEL EN MÉXICO ESTÁ DEDICADA A LAS 21 CINTAS QUE REALIZÓ EN NUESTRO PAÍS, ETAPA CREATIVA QUE SUELE QUEDAR RELEGADA A UN SEGUNDO PLANO, PORQUE ÚNICAMENTE SE HABLA DE LA ÉPOCA SURREALISTA

Patricia_zavalaLa Galería de la Cineteca Nacional presenta la exposición Buñuel en México que aborda la obra creativa que el cineasta español desarrolló en nuestro país. En entrevista para El Ciudadano, Guillermo Vaidovits, quien está al frente de los proyectos que se desarrollan en este espacio cultural, nos habló sobre las principales aportaciones que realizó al cine mexicano.

Luis Buñuel inició su carrera en el cine mudo, lo que le permitió desarrollar un espíritu de experimentación y burla; formó parte de la generación cinematográfica que transitó al cine hablado, donde logró mantener ideas constantes en cuanto realizar un cine creativo, estético y con tendencia ideológica.

ESTANCIA EN ESTADOS UNIDOS

El cine español de la época muda aún era primitivo, entonces quien soñara trabajar en esta industria, inevitablemente pensaba en la estadounidense porque estaba consolidada.

Cuando Buñuel llega a Estados Unidos sus simpatías estaban con los republicanos, con la política de modernización y liberal de los años treinta, pero su principal objetivo era continuar profesionalizándose en el cine. En esa etapa, Alemania también tuvo un gran desarrollo cinematográfico, pero no era de su interés por cuestiones políticas, porque aún dominaba el nacionalsocialismo.

Por tanto, sale de España con la consigna de trabajar en los Estados Unidos; en un primer momento apoya la causa republicana, porque el gobierno se había propuesto financiar una serie de películas a favor de dicha doctrina, pero al final ni siquiera se realizaron las cintas, esta situación provocó que Buñuel quedara lejos de su lugar de origen y con la necesidad de continuar activo.

Sus primeros años los pasa en Nueva York, donde realizaba actividades marginales del cine para el Museo de Arte Moderno; a fines de los años treinta consigue un contrato con los estudios hollywoodenses para hacer cine en español o doblaje.

En los años cuarenta, Buñuel confiesa que como profesional del cine estaba limitado en Estados Unidos porque en España y París (donde realizó sus estudios cinematográficos) sólo había hecho tres películas, dos de ellas de carácter experimental vanguardista: Un perro andaluz (1929) y La edad de oro (1930). Ambas películas tuvieron un gran reconocimiento crítico, aunque no buscó el éxito comercial, se convirtieron en la única referencia de sus capacidades cinematográficas; en cambio, Las Hurdes, tierra sin pan (1933) contó con limitados recursos económicos y era prácticamente desconocida.

Su estancia en Estados Unidos le abrió las puertas en México para hacer cine en español porque se había capacitado y contaba con cierta habilidad técnica; le interesaban los procesos de manufactura del cine, lo que le permitió entender, por ejemplo, la técnica del doblaje, que era complicada en aquellos años. En México la primera película que realizó fue Gran Casino (1946), que interpretaron Jorge Negrete y Libertad Lamarque.

México para Buñuel

En un inicio siempre confesó que nuestro país no le interesaba en lo más mínimo, pero al llegar descubrió que las costumbres le resultaron cercanas, le cayeron bien las personas y se identificó con su forma de vivir, la comida, entre otros aspectos, que hicieron que a los cuatro años buscara nacionalizarse, y afirmó que hasta el día de su muerte iba a mantener la nacionalidad mexicana.

Reconoció que este país le permitió desarrollar su carrera cinematográfica; también dijo que entre finales de los años cuarenta y los cincuenta, en ningún otro país más que en México pudo vivir en paz, incluso, esa tranquilidad y apertura le permitieron hacer lo que él quería, lo cual no pudo hacer en España ni en Estados Unidos.

21 películas en México

La mayor parte de su carrera la desarrolló en México, donde realizó 21 películas de un total de 32. Era un cineasta que entendía y pensaba en el público, no para complacerlo, pero sí para que entendiera lo que él quería que descubriera.
Las películas exitosas fueron Gran Casino, El gran calavera (1949) y Los olvidados; pero también tuvieron una buena exhibición Susana (1951), Subida al cielo (1952), Ensayo de un crimen (1955) y Nazarín (1959). Esto refleja que entendía los términos de la industria al seleccionar a los actores, porque generalmente contaba con buenos repartos.
A pesar de que era complicada la industria mexicana, siempre mantuvo el interés por realizar un cine creativo, estético y con esencia ideológica; en comparación con otros directores que perdieron cualquier rasgo creativo o artístico al integrarse por completo a la industria.

La herencia de Buñuel en el cine mexicano

Buñuel nos dejó como legado obras maestras, que impactaron y realzaron la historia del Cine de Oro: Los olvidados, Él (1953), Ensayo de un crimen, Nazarín y Viridiana (1961).

En sus primeros años en México, Buñuel fue sumamente apreciado dentro de la industria del cine por dos aspectos. Por un lado, los productores lo respetaban porque nunca rebasó el presupuesto ni el tiempo establecido para terminar las cintas, las cuales incluso concluía en 20 días.Esto se debe al dominio de la técnica, porque entendía perfectamente lo que implicaba realizar los distintos procesos del cine, además sabía planear, de tal forma que fijaba una fecha y entregaba el filme sin problema. Estos aspectos lo hacían un cineasta sumamente confiable.

Por otro lado, entre los técnicos, los manuales, los fotógrafos, los editores y el equipo de trabajo mexicano también era reconocido porque aprendían de su trabajo, aunque era exigente; era un hombre metódico, antes de realizar las escenas se concentraba porque su trabajo lo tomaba en serio y siempre le preocupó la puntualidad.

El temor de los productores era la intransigencia de Buñuel, por ejemplo, con algunos géneros como el melodrama, pues apalabró no volver a realizar uno después de Gran Casino, a pesar de que le ofrecieron diversas ofertas. Por el contrario, pedía libertad absoluta o por lo menos que tuviera la capacidad de decidir qué entraba y qué no, incluso con el reparto, lo cual molestaba a los productores.

Otra gran contribución al cine mexicano fue el tratamiento de los personajes de una manera libre, no los manipula para crear efectos en el espectador, es decir, mantuvo una visión poco sentimental, por ejemplo, con los niños de Los olvidados, es gente que lucha, sufre y es violenta. Los cineastas de las generaciones de los sesenta y setenta admiraban que no los convertía en objetos de sentimentalismo por ser pobres.
También fue importante su aportación desde la técnica; Buñuel tuvo una manera de filmar muy simple, despojado de cualquier intento de falsear o hacer hermosa la imagen, de hacer un ángulo fotográfico impactante, le fastidiaba utilizar la edición de manera espectacular o manipuladora. Además, luchó contra la musicalización porque en aquellos años no la efectuaba el director, la imponían los directores musicales, quienes modificaban el significado de la trama al incluir música donde no debía escucharse. Hasta Nazarín se liberó de este problema.

Realismo + Surrealismo

La opinión pública o la imagen popular asocia al surrealismo con las cosas extravagantes, locas, inconscientes y relacionadas con los sueños. Sin embargo, la traducción del surrealismo implica que no está en el “sub” sino en el “sobre”, es decir, trata de un sobre realismo.

La vida consciente te hace vivir en una sola zona de tu vida, pero el arte surrealista le suma el inconsciente, o bien, el peso de la imaginación que crea una realidad más enriquecida. Por tanto, el surrealismo significa una sobre realidad, una realidad enriquecida en donde al mismo tiempo está lo consciente y lo inconsciente. Las cintas de Buñuel están cargadas de ambos aspectos; es la esencia principal de su trabajo cinematográfico.

La esencia del cine de Buñuel

En Los olvidados plasma un gran realismo, pero también mezcla la imaginación a través de la línea interior de los personajes, por ejemplo, el delirio de muerte de Jaibo, el sueño de Pedrito o la misteriosa conducta del ciego.

El cine de Buñuel transita entre la realidad objetiva y la imaginación, no las separa totalmente, por el contrario, las suma. La imaginación puede intervenir en la realidad en cualquier momento, lo cual se ve más claramente en películas posteriores como Nazarín, Subir al cielo, etcétera.

Su obra más allá de Los olvidados

Los mexicanos debemos conocer su trabajo porque nos brinda la oportunidad de conocer al propio cine nacional de la época del Cine de Oro; además, en ese momento la industria del cine mexicano estaba fortalecida económicamente y era una pieza fundamental de la sociedad porque no había televisión y tampoco medios masivos de comunicación.

A través de cintas como Los olvidados o Viaje en tranvía (1954) nos heredó imágenes de nuestro pasado a través de postales de la vida cotidiana en la ciudad de aquellos años cincuenta, porque en la actualidad algunos sitios u objetos ya ni siquiera existen.

Finalmente, porque hoy más que nunca sus ideas son más accesibles, el público coincide con muchas de sus ideas provocadoras, por ejemplo, con su visión irónica y crítica hacia la burguesía, el erotismo y la religión.

El dilema de Los olvidados

En un principio, no sólo a los mexicanos les molestó que a través de esta película plasmara la realidad social de una manera tan cruel. La gente no quería aceptar lo cruda y violenta que puede ser la vida, lo cual provocó la reacción de ciertos sectores. En muchos países, incluso europeos, fue censurada o prohibida por varios años.
Sin embargo, es una obra maestra que a nivel internacional le brindó reconocimiento al cine mexicano al ser premiada en el Festival de Cannes (1951) a la mejor dirección, donde se evidenció el talento de Buñuel. En 2003, la Unesco, desde su sede en París, declaró al negativo original de la película como Memoria del Mundo.

Lidiar con la prohibición y censura

El tema religioso es uno de los favoritos en el cine de Buñuel, particularmente la religión católica la abordaba de manera objetiva, sin apasionamientos, mostraba sus virtudes y defectos, lo cual provocó que la jerarquía religiosa y la religiosidad de ciertos sectores en México y en el extranjero, como el Vaticano en sí mismo, lo censuraran y criticaran constantemente por sus películas.

Otro aspecto reprochable fue el erotismo, aunque por la diferencia generacional lo plasmaba de una manera encubierta, porque no era un erotismo explícito de la desnudez y del sexo. Era más bien un simbolismo que creaba un impacto psicológico consciente al enfocarse en ciertas partes del cuerpo, como los pies, los tobillos, los muslos o el cuello. Sin embargo, ciertos sectores lo consideraban un erotismo abierto, pero en esa época lo erótico todavía se mantenía al margen de la vida ordinaria.

Parte de la burguesía

Buñuel nació dentro de la burguesía, su padre fue uno de los hombres más ricos de Aragón, incluso la fortuna familiar lo mantuvo casi hasta los 50 años de edad, porque su madre le enviaba suficiente dinero. Pero a la vez era un hombre que tenía una visión social, simpatía con ciertos ideales de justicia, de igualdad y de izquierda. Como conoció la burguesía desde adentro, siempre le pareció extraña, rara, extravagante y esa era la visión que quería mostrarnos a través de sus costumbres y pensamientos.

Lo mismo le ocurrió con la religión católica, porque al ser formado por jesuitas tuvo una relación fuerte con la iglesia católica, incluso, mantuvo una gran amistad con el cura Julián Pablo y con otros sacerdotes.
Se interesaba en ambas ambivalencias porque era un asunto generacional, otros compañeros de escuela estaban en la misma encrucijada: entre cambiar el mundo y darse cuenta de que el conservadurismo del siglo XIX no funcionaba para todos. Quizá fue producto de su juventud, porque su filiación a las vanguardias parisinas y en particular al surrealismo, tienen que ver con el espíritu de rebeldía, el cual mantuvo vigente hasta el final de sus días.

No obstante, esta situación no le causó conflicto entre sus amistades burguesas. Por ejemplo, La edad de oro, que es una crítica a la burguesía y a la aristocracia, fue financiada por el vizconde de Noailles que siempre fue su amigo, entonces no le afectaba en lo más mínimo, entendían que se trataba de ideas y no de un asunto personal.

Frustración

La cinta Él, donde Arturo de Córdova interpreta a un hombre celoso, le generó frustración al saber que era una buena película que criticaba el rol machista dentro de la sociedad, pero ni el público nacional ni el francés lo entendió porque les causó gracia; esto habla de que algunas de sus películas estaban fuera de la época, pero con los años pueden ser mejor apreciadas.

Es cierto que Buñuel tenía un gran sentido del humor, era bromista y se le colaba aún en las cosas más serias, y en Él, ese sentido del humor le gana a la solemnidad que quería lograr.

UN Perro andaluz

El mensaje del cortometraje es que no había mensaje, en realidad la intención es dejarse llevar por el automatismo al conectar las cosas de manera aleatoria. Buñuel y Dalí pretendían recrear un sueño donde de pronto volteas la mirada y estás en un lugar, pero miras al otro lado y te ves a ti mismo en otro sitio. Las imágenes que plasma son propias del sueño, y en ese sentido era muy novedoso.

La Galería de la Cineteca Nacional

Este espacio ofrece una experiencia para enriquecer la cultura cinematográfica. La exposición Buñuel en México está dedicada a las 21 cintas que realizó en nuestro país, etapa creativa que suele quedar relegada a un segundo plano, porque únicamente se habla de la época surrealista con Un perro andaluz o de las películas francesas como Bella de día (1967) o El discreto encanto de la burguesía (1972).

Otro aspecto interesante de la exposición es acercar al visitante a la vida íntima de Buñuel. Existen fotografías donde lo observamos en su vida diaria, en su casa, con su esposa e hijos, así como la relación que mantenía con amigos e intelectuales. No tenía poses porque no le interesaba la fama, eran sus intereses personales más auténticos y es atractivo que la muestra concluya haciendo referencia a la vida cotidiana de Buñuel en México.