Congreso
Reforma con y para el Poder Judicial

Tania Rosas

Tannia Rosas
@valeryvegarosas

Debido a la importancia del posicionamiento de Movimiento Ciudadano en cuanto a temas que atañen a la sociedad mexicana en su conjunto, comparto en este espacio las palabras del senador Dante Delgado, coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Ciudadano, durante la presentación de la Reforma con y para el Poder Judicial, en la antigua sede del Senado de la República, en Xicoténcatl No. 9.

Movimiento Ciudadano presentó en la Cámara de Diputados, en 2003, hace 16 años, un proyecto de reforma constitucional de Código Penal Único, de Código Único de Procedimientos Penales, Ley de Readaptación Social, Ley de Menores Infractores, y Ley de Justicia Cívica. Duerme el sueño de los justos y no actuar cuando se planteaba, permitió la captura de poderes del Estado a nivel municipal, estatal y federal.

Desde la formación de los estados modernos, se instituyó la división de poderes para evitar que el poder se concentrara en una sola persona.

Montesquieu señaló: “cuando en la misma persona o en el mismo cuerpo de magistratura la potestad legislativa y la potestad ejecutiva están reunidas, no puede haber libertad porque se puede temer que el mismo monarca o Senado, pueda hacer leyes tiránicas para ejecutarlas tiránicamente”.

Para evitar este peligro, nuestra Constitución establece un sistema de contrapesos para moderar los excesos de los poderes.

Desafortunadamente, no siempre se ha logrado este equilibrio en administración y distribución del poder, pues hemos padecido presidentes plenipotenciarios y congresos entreguistas. Me pregunto: ¿Cómo diputados o senadores pueden ser un verdadero contrapeso si, en el pleno de la máxima tribuna del país, vitorean al presidente?

El Poder Judicial ha sido el único poder que históricamente se ha mantenido firme en la defensa de la Constitución, de la ley y de la justicia, frente a los intentos de injerencia del Ejecutivo Federal y la inoperancia del Legislativo.

La Suprema Corte de Justicia ha corregido en innumerables ocasiones al Poder Legislativo, emitiendo resoluciones que reconocen derechos que el Congreso se niega a legislar o echando para atrás leyes inconstitucionales.

Un Poder Judicial independiente es crucial para el buen funcionamiento de una República constitucional, así lo expuso Hamilton: “La independencia completa de los tribunales de justicia, es particularmente esencial en una Constitución limitada”.
Por Constitución limitada entiendo la que contiene ciertas prohibiciones, ciertas prohibiciones expresas aplicables a la autoridad legislativa como, por ejemplo, la de no dictar decretos que impongan penas e incapacidades sin previo juicio, leyes ex post facto y otras semejantes.

Las limitaciones de esta índole sólo pueden mantenerse en la práctica a través de tribunales de justicia, cuyo deber es declarar nulos todos los actos contrarios al sentido evidente de la Constitución. Sin esto, todas las reservas que se hagan con respecto a determinados derechos o privilegios serán letra muerta.

En épocas en que el Ejecutivo ha ostentado un poder desmedido y el Legislativo abdica de su obligación de ser un contrapeso, el amparo, las controversias constitucionales y las acciones de inconstitucionalidad, se convierten en la única alternativa para mantener la legalidad en nuestro país. De ahí la importancia de las resoluciones de la Suprema Corte.

Recordemos la frase de Morelos: “Que todo el que se queje con justicia, tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el fuerte y el arbitrario”.

Estoy convencido de que el Poder Judicial es indispensable para la vida democrática del país y que permitir su desmantelamiento o disfunción es faltar a la Constitución. El sometimiento de los poderes es un acto de deslealtad que genera corrupción. Subordinar la justicia, es pervertirla.

Yo creo en el Poder Judicial porque gracias a su independencia y férrea defensa de la ley, pude enfrentar a un presidente de la República y salir indemne. Gracias al Poder Judicial, pude defenderme y recuperar mi libertad, pude luchar para que el Estado resarciera el daño moral que me provocó y me convertí en el primer mexicano en ganar una demanda de esa naturaleza.

Si el Poder Judicial hubiera estado controlado por el presidente, o si mi batalla legal hubiese quedado sólo en lo local, yo no habría salido bien librado. Por todo esto, estoy convencido de que la independencia del Poder Judicial es indispensable para la vida democrática del país y que permitir su desmantelamiento es un acto de corrupción.

Los intentos para intimidar, presionar, coaccionar al Poder Judicial y a la Suprema Corte, son actos que no debemos permitir. No se lo toleraremos al Ejecutivo y no se lo permitiremos a quienes estén operando, desde dentro, el desmantelamiento de la Corte para ponerla al servicio de la presidencia; no toleraremos operadores del presidente dentro de la Suprema Corte.

Como mexicano, les digo que no podemos permitir que dobleguen al Poder Judicial ni que vulneren la autonomía de la Suprema Corte, autonomía que le permite construir un muro de contención frente al poder. Ese muro es la Constitución, la ley y la justicia. Los guardianes de este muro son ustedes, señoras y señores ministros.

Tenemos que contener los excesos del poder, que ningún presidente pueda poner en libertad a un delincuente sin juicio ni sentencia de por medio. Que ningún gobernador pueda ampliar su mandato sólo porque controla el congreso local.

Tenemos que combatir las leyes imperfectas y los actos ilegales, porque hay un bien supremo: el Estado de Derecho y la vida democrática de México.

La Suprema Corte, ustedes, deben resolver controversias y acciones con el mayor sentido de la justicia para defender a la Nación, para defender a los ciudadanos.

Cambios dentro del Poder Judicial, sí, pero no para dejar de ser un contrapeso, sino para ser el mejor contrapeso.

Si ustedes quieren hacer cambios profundos para ser mejores, tienen nuestro apoyo, y si estamos frente a una embestida para que dejen de ser independientes, tienen todo nuestro apoyo. Si deciden defender su independencia, cuentan con nosotros, o al menos cuentan conmigo.

Movimiento Ciudadano estará de su lado en esa batalla, porque sabemos que, hoy más que nunca, se requiere actuar con visión de Estado, porque lo que está en juego es el Estado de Derecho, la justicia, la democracia, lo que está en juego es México.

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