Programa 3X1 para Migrantes: Un esfuerzo solidario truncado por decisión del gobierno

El interés legítimo de los migrantes es continuar elaborando obras en beneficio a las comunidades que lo requieren y, con ello, contribuir a su desarrollo

Pilar Lozano Mac Donald

Pilar Lozano Mac Donald
Secretaria General de Acuerdos de Movimiento
Ciudadano.
Presidenta de la Comisión del Mexicano
Migrante

Cuando salen del país, los mexicanos residentes en el extranjero se llevan recuerdos, momentos y necesidades de sus comunidades de origen, que les siembran en el interior la permanente preocupación por apoyar a quienes se quedan: a sus familiares y a su comunidad. Por ello, desde siempre, se han organizado a través de clubes para dar un poco de lo que ganan, con gran esfuerzo, en favor de la tierra que los vio nacer.

Fue a partir de su iniciativa que realizaron envío de recursos, en efectivo y en materiales, hasta alcanzar un nivel importante de organización que les permitió financiar obras y servicios en sus comunidades, lo que los llevó crear e implementar, en coordinación con las autoridades, el Programa 3×1 para Migrantes.

El Programa fue el detonante para institucionalizar acciones en beneficio de los migrantes. Inició en 1992 sólo con la aportación de migrantes y los gobiernos locales, mediante un acuerdo entre la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y el estado de Zacatecas, entidad federativa que históricamente cuenta con importante actividad migrante, con el objetivo de captar recursos de la Federación para apoyar los proyectos de los zacatecanos radicados en el exterior, cuya visión era mejorar sus comunidades de origen.

Con el paso del tiempo, y al materializarse los proyectos de mejora en beneficio del desarrollo de la comunidad, se fueron involucrando otras autoridades, hasta llegar a la participación de la Federación, estados y municipios para, en 2005, adoptar el nombre con el que hoy se le conoce: “Programa 3×1 para Migrantes”.

No deja de ser loable el hecho de que nuestros compatriotas, además de las remesas que mandan directamente a sus familiares, tengan la iniciativa de organizarse desde lejos para que, en aras del apego y arraigo que tienen hacia su comunidad de origen, enviar recursos extras con la genuina preocupación de ver a su comunidad mejorada, brindando las oportunidades que ellos no tuvieron.

El Programa 3×1 para migrantes (hoy regulado por la Secretaría de Bienestar) está concebido como una iniciativa de la sociedad civil organizada en el exterior. Tan sólo el año pasado ingresaron 33 mil 481 millones de dólares por concepto de remesas, con casi tres años consecutivos al alza, según información de la revista Proceso.

En la actual administración, y bajo la consideración de la austeridad que debe imperar, los fondos para la atención a los migrantes prácticamente desaparecieron. En el caso particular del Programa 3X1, al estimar este rubro como no prioritario, en 2019 se otorgó al programa una partida casi simbólica que, gracias al empeño realizado por los diputados, pasó de 9.44 a poco más de 260 millones de pesos. Un monto que en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, lamentablemente desaparece.

Ante esta perspectiva, los líderes migrantes se han acercado a las instancias de gobierno vinculadas con los migrantes con la inquietud de saber el estado que guarda el Programa 3×1, el monto que se ha ejercido y los proyectos financiados hasta la fecha, sin que exista claridad sobre el uso y destino de los recursos.

Su inquietud y justificada preocupación están orientadas a verificar que los recursos sean destinados para los fines que fueron establecidos. Este programa tiene un impacto real en las comunidades donde se han realizado obras, a fin de ilustrarlo se puede mencionar, por ejemplo:

En el año 2002, el programa abarcó 20 entidades federativas con 942 proyectos, 247 municipios y 20 grupos de migrantes de ocho estados de la Unión Americana. La asignación del presupuesto fue de 113.7 millones de pesos, dando un total de 290 millones de pesos con la inclusión de los migrantes. En el 2004, el presupuesto asignado por la federación fue de 175.9 millones de pesos, dando un total de 472.2 millones de pesos con la inclusión de los migrantes.

En el 2005 la federación destinó 228 millones de pesos, dando un total de 619.7 millones de pesos. En 2010, el presupuesto federal fue de 557.5 millones de pesos, alcanzando un total de 1,192.8 millones de pesos, incluyendo las aportaciones de los migrantes y llegó a 2,488 proyectos, según información del portal de la Cámara de Diputados.

El interés legítimo de los migrantes es continuar elaborando obras en beneficio a las comunidades que lo requieren y, con ello, contribuir a su desarrollo.

No está de más subrayar que la condición del mexicano migrante no es una premisa importante dentro de los programas del gobierno federal. Ni la cantidad de mexicanos residentes en el extranjero, ni su influencia cultural, social y económica, ni los elevados montos de dólares en remesas que apuntalan a la economía del país, han sido motivo suficiente para darles un trato a la altura de sus contribuciones al desarrollo del país. Por el contrario, el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2020, donde aspirábamos a que este sector tuviera un incremento presupuestal considerable, ratifica el desdén con el que el gobierno Federal ha tratado a nuestros migrantes radicados en el exterior al desaparecer el Programa 3X1 para Migrantes.