El nuevo ecosistema financiero digital: una herramienta que detona la inclusión financiera (Financiamiento colectivo “Crowdfunding”)

Maribel Ramírez Topete

La industria y las finanzas en el ecosistema Financiero Tecnológico son un terreno nuevo, cambiante y desconocido para los mexicanos, sin embargo, México estuvo a la expectativa hasta el 9 de marzo de 2018, cuando se publicó la Ley para regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Fintech), la cual es el marco regulador de tres áreas principales: pagos electrónicos, financiamiento colectivo y activos virtuales.

El nuevo ecosistema Financiero Tecnológico en esencia “empodera al ciudadano” -usuario en el nuevo sistema financiero digital- porque le permite el dominio absoluto de sus finanzas al apostar por un sistema descentralizado que promueve la democratización financiera y la liberación de instituciones reguladoras que imponen altas comisiones (asignadas por los bancos y gobiernos corruptos), lo que nos va permitir romper con viejos paradigmas y métodos fallidos tradicionales de generar riqueza. Por ejemplo, las remesas, la fuente de ingresos más importante en México, se pueden enviar a través del nuevo sistema Fintech, logrando mejores condiciones y beneficios para las personas.

La pobreza en México es un problema muy grave, y es cada vez más evidente el deterioro paulatino no sólo económico sino también educativo, de salud y seguridad pública, entre otros. Todos los problemas que estas causas generan están concatenados a la pobreza, lo que debe llevarnos a pensar que el enfoque que hemos tenido para resolver el problema no está dando resultados. Así lo demuestran las cifras del INEGI en el primer trimestre de 2019 en México: el PIB sólo creció 0.2 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior y nuestra economía disminuyó en -0.2 por ciento. Como consecuencia, la industria y las empresas no han crecido y necesitan inversión, pero en un sistema de créditos con tasas al 8.5 por ciento, las condiciones se vuelven desfavorables para la industria y los empresarios, por ende, no es posible promover el emprendedurismo con estas políticas.

Para hacer frente a esta situación debemos ser creativos y sumarnos a la agenda de la Innovación y Tecnología, lo que nos permitirá generar cambios virtuosos en nuestras vidas y hacer uso de sistemas que nos permitan romper las limitaciones y barreras impuestas por el espacio territorial en el que vivimos. Como ciudadanos debemos involucrarnos y mantenernos informados sobre los nuevos momentos de la economía mundial, hemos visto casos de éxito en países desarrollados como Reino Unido y Japón, que adoptaron este sistema a sus economías porque sus ciudadanos lo acogieron y se sumaron al universo digital a gran escala.

El nuevo sistema disruptivo digital es una herramienta de inclusión financiera y en México debemos considerarlo seriamente como herramienta para resolver nuestro problema económico-social, que trae consigo la falta de oportunidades. Desde la innovación y la tecnología podemos generar un espacio bondadoso y un mecanismo alterno al financiamiento, generando fluidez económica y beneficio social en nuestro país; una herramienta capaz de proyectar a nivel internacional a la industria, los productores y el comercio regional. Este sistema provee una plataforma de intermediación entre productores e inversores a través del Crowdfunding o financiamiento colectivo, un espacio virtual que funciona para mediar entre quienes tienen un proyecto y quienes deseen invertir para la realización del mismo en condiciones más favorables y tasas más competitivas, lo que puede ser el cambio significativo social al que México debe sumarse.

Hoy el reto es enorme, pero se impone el ritmo del nuevo sistema financiero internacional, por lo que debemos comprometernos en impulsar la participación ciudadana y capacitar para fomentar el debate, el estudio, la práctica y el ejercicio de las nuevas tendencias de la Ley Fintech. Este sistema digital, su contenido, alcances y aplicaciones tienen el potencial para convertirse en un universo simplificador y descentralizado para resolver e implementar, a través de la innovación y la tecnología, acciones de impacto positivo en la sociedad: porque el ciudadano del futuro comienza por educarse hoy.