El sargazo es más que un problema ambiental

En tan sólo cuatro meses, entre junio y septiembre del 2018, se han extraído de las playas y zona marina más de 150 mil toneladas

Patricia Zavala Jiménez

Patricia Zavala Jiménez
@patrix89_64

No sólo afecta el ecosistema, también conlleva un impacto turístico, económico, de salud y ambiental

El agua cristalina color turquesa que caracteriza a las costas del mar Caribe actualmente se torna color pardo debido a la afluencia de la “marea marrón”, mejor conocida como sargazo, que está compuesto por una macroalga marina parda del género Sargassum, la cual además de flotar en la superficie del océano ha arribado en cantidades atípicas a las playas.

En el caso particular de México, alrededor de 480 kilómetros de las costas del estado de Quintana Roo se han visto afectadas por el gran volumen de esta alga, lo que no sólo genera preocupación por el impacto ambiental sino por las consecuencias económicas. En tan sólo cuatro meses, entre junio y septiembre del 2018, en siete municipios de dicho estado se han extraído de las playas y zona marina más de 150 mil toneladas de sargazo, en promedio 312 toneladas por kilómetro, de acuerdo con las estimaciones que anunció la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo.

A través de diversos métodos de extracción, las autoridades, el sector privado y la población se han sumado a la limpieza de las costas; se calcula que más de nueve mil 500 personas (trabajadores y voluntarios) forman parte de las brigadas de recolección manual en la orilla del mar; asimismo se utilizan barcos sargaceros, pequeñas embarcaciones especiales que desde el mar también se encargan de su recolección. Otra de las acciones más recientes, es evitar que el alga llegue hasta las costas con la instalación de seis kilómetros de barreras antisargazo en el mar, así como otras tres barreras en las playas de Chetumal, Solidaridad y Tulum, esta última considerada como una de las más afectadas.

A su vez, científicos, investigadores y académicos de varias instituciones en Quintana Roo, formaron en el mes de agosto el Comité Estatal Científico Técnico para atender la contingencia, analizar y estudiar diversas opciones a fin de reutilizar y sacar provecho del alga, pero principalmente se encargan de asesorar al gobierno en decisiones que permitan solucionar este problema ambiental a mediano y largo plazo, pues prevén que llevará tiempo erradicarlo.

Presencia del sargazo

Sargazo es una macroalga marina parda del género Sargassum que flota en la superficie del océano; es un hábitat importante para diferentes especies marinas porque les proporciona refugio, alimento y sombra a peces, camarones, cangrejos y tortugas.

El problema es que crece tan rápido que en tan sólo 18 días puede duplicar su volumen. Según la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SAGARPA) el arribo masivo se debe a numerosos factores; por ejemplo, la cantidad creciente de basura que se vierte al mar cada día, incrementa los nutrientes que propician el crecimiento de las algas; otro factor es el aumento de la temperatura del agua a causa del calentamiento global y el cambio en las corrientes marinas y vientos.

La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) considera que otra de las causas del origen de este fenómeno es el desprendimiento de adherencias de estas algas provenientes del “Mar de los Sargazos”, en el océano Atlántico septentrional.

Esta suma de factores ha provocado que, no sólo en nuestro país sino en otras zonas del Caribe, se presenten muchos reportes de afluencia de sargazo, como en: Belice, Honduras, Jamaica, Cuba, Barbados y varias de las islas exteriores, como Bonaire y San Andrés Isla.

En 2011, diversos científicos registraron en el Caribe el primer arribo masivo de sargazo, compuesto por las especies Sargassum fluitans y S. natans, las cuales se habían presentado con anterioridad, aunque en mínimas cantidades y con intervalos irregulares. Sin embargo, en el año 2012 se registró una marea de sargazo de grandes dimensiones, procedente del Atlántico, entre Brasil y África.

En el 2014 México tuvo por primera vez la presencia masiva de sargazo. Un año después volvió la “marea marrón”, a tal magnitud que se recolectaron diez toneladas por kilómetro de playa, lo que empezó a rebasar la capacidad de limpieza.

Al principio la eliminación fue manual, pero cuando los volúmenes aumentaron se empleó maquinaria pesada con un impacto negativo en el ecosistema, debido a que compactó y erosionó la arena y afectó el hábitat donde desovaban las tortugas marinas. Este 2018, desde el mes de marzo se reportó la llegada de toneladas de sargazo que invadieron diversas playas del estado de Quintana Roo.

Impactos económicos

Uno de los impactos inmediatos que provoca el sargazo, es que el agua color turquesa, atractivo que define al mar caribeño, se vuelve turbia y de color pardo, a causa de las algas y por la gran cantidad de nutrientes que aporta, lo que a su vez imposibilita la realización de actividades acuáticas y afecta directamente al turismo.

Roberto Cintrón Gómez, presidente de la Asociación de Hoteles de Cancún y Puerto Morelos, reconoció que debido al arribo del alga se están acortando las estancias de turistas, además de que los huéspedes se van de los hoteles y se cancelan diversas actividades en la playa. También señaló que en los programas y acciones para limpiar las playas, cada uno de los empresarios del sector ha invertido más de 100 mil pesos semanales por cada 200 metros de playa en Cancún.

El empresario Carlos Gosselin, integrante de la Asociación Hotelera, en entrevista para el periódico La Razón aseguró a finales del mes de agosto que en comparación con el año pasado, la ocupación hotelera disminuyó porque los turistas no pudieron acceder a las playas; y aunque aclaró que es difícil definir las pérdidas económicas, calculó que estuvieron cinco o seis puntos por debajo de los ingresos captados en 2017.

Bares y restaurantes de Cancún han reportado una disminución de hasta en 60 por ciento en sus ventas, ya que acuden menos turistas o prefieren consumir dentro de los hoteles porque no pueden disfrutar de las playas. Actividades como la renta de wave runners o flyboards también se han visto afectadas, porque el sargazo daña el uso de estos equipos. Reportes hoteleros señalan que de continuar esta situación, afectará las reservaciones en la temporada decembrina, pues para estas fechas aún no llegan al 55 por ciento de las reservaciones obtenidas en años anteriores.

Impactos ambientales y humanos

La acumulación del alga en las costas, además, forma una barrera que interfiere con las actividades de anidación y eclosión de tortugas marinas que llegan cada año a las costas de Quintana Roo.

De igual manera, la concentración de esta alga genera ácido sulfhídrico (H2S), lo que ocasiona mal olor y puede representar un riesgo para la salud humana. También es probable que provoque la desaparición de pastos y praderas marinas, y se ocasione más erosión, de acuerdo con la nota “Marea de sargazo en el Caribe Mexicano: realidades, mitos y oportunidades”, que publicó en julio último la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

El periódico La Jornada Maya publicó en febrero del año en curso la nota informativa “Científica de la UNAM desmiente mitos sobre el sargazo”, que retoma parte de los resultados de la investigación sobre dicha alga, realizada por Brigitta Ine van Tussenbroek Ribbink, especialista de la Unidad Académica de la Unidad de Sistemas Arrecifales de la UNAM.

El texto periodístico afirma, entre otras cosas, que los componentes químicos del sargazo afectan a la flora, la fauna, los arrecifes, las playas y los mantos acuíferos, lo que hasta el momento ha provocado la muerte de peces, tortugas, pulpos y tiburones. Señala que algunos microorganismos que habitan en las algas resultan tóxicos para la piel humana y los gases que emiten también pueden ser dañinos.

Advierte asimismo que debe eliminarse el mito de que por sí mismo el sargazo se convierte en arena si se deja en la costa, pues no tiene carbonato de calcio y enterrarlo en la playa daña el ecosistema de forma irreversible; en contraparte, propone crear un sistema para recolectarlo en el mar, poco antes de que llegue a la playa.

La publicación añade que se debe evitar el uso de maquinaria pesada para limpiar las costas porque erosiona la arena y, al colocarlo en sascaberas, se contamina el manto freático debido a que contiene altas concentraciones de fósforo y arsénico. La especialista sugiere no usarlo para fines alimentarios o como abono. Aunque no descarta la posibilidad de elaborar biocombustibles y fertilizantes, propone realizar una exhaustiva investigación antes de tomar decisiones, para conocer el verdadero impacto que continuará provocando el sargazo, debido a que es un tema apenas recientemente estudiado.

No obstante lo anterior, en el pasado mes de septiembre Omar Vázquez Sánchez, empresario oriundo de Puerto Morelos, construyó en 15 días la primera vivienda de tabiques fabricados con sargazo y adobe, la cual puede resistir los fuertes vientos de un huracán y se construye con 50 por ciento menos recursos de lo que cuesta una casa de interés social.

Los bloques de adobe de sargazo pasaron por pruebas de resistencia de la oficina de investigación que tiene la UNAM en Puerto Morelos y a raíz de esta creación, Vázquez Sánchez señaló que diversas constructoras, empresarios y particulares, no sólo del país sino de Malasia y Estados Unidos, han mostrado interés por dicho descubrimiento, lo cual brinda una esperanza para obtener algún beneficio de esas algas.

medio01