Luis Gutiérrez Rodríguez
El Pacto por México fue el punto de partida para que el gobierno de Enrique Peña Nieto, apenas 24 horas después de que asumió el Poder Ejecutivo, emprendiera lo que convirtió en el eje rector de su administración: las reformas estructurales. Entre otras:
Energética
Objetivos: Garantizar el abasto de energéticos como el petróleo, la luz y el gas natural a precios competitivos. Al mismo tiempo, modernizar el sector para detonar inversión, crecimiento económico y creación de empleos.
Telecomunicaciones y Radiodifusión
Objetivos: Fomentar la competencia efectiva en televisión, radio, telefonía e Internet. Generar más y mejores opciones para los consumidores reduciendo los precios de la telefonía, la televisión de paga y el Internet, contribuyendo a cerrar la brecha digital para integrarnos plenamente a la sociedad del conocimiento.
Competencia Económica
Objetivos: Regular la relación entre las empresas para asegurar una sana competencia que se traduzca en mayor variedad de productos y servicios a mejores precios.
Financiera
Objetivo: Crear las condiciones para que los hogares y las empresas en México cuenten con más crédito y que este sea más barato.
Hacendaria
Objetivo: Incrementar de manera justa (sic) la recaudación para que el Estado pueda atender las necesidades prioritarias de la población, como son la educación, la seguridad social y la infraestructura. Además, generar nuevos mecanismos para incentivar la formalidad.
Laboral
Objetivo: Flexibilizar el mercado de trabajo, estimular la formalidad y facilitar que jóvenes y mujeres puedan desarrollarse profesionalmente.
Educativa
Objetivo: Garantizar el derecho de niños y jóvenes a una educación integral, incluyente y de calidad que les proporcione herramientas para triunfar en un mundo globalizado.
Código Nacional de Procedimientos Penales
Objetivo: La unificación penal en nuestro país mediante instrumentos que pongan orden y armonía en este campo.
Política-Electoral
Objetivo: Consolidar una democracia de resultados al promover una mayor colaboración entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, fomentar la participación ciudadana y brindar mayor certidumbre, equidad y transparencia a los comicios.
Transparencia
Objetivo: Otorgar autonomía constitucional y aumentar las facultades del Instituto Federal de Acceso a Ia Información. Facilitar la evaluación del trabajo de los servidores públicos y fomentar la rendición de cuentas.
Avance, retroceso, controversia
A seis meses de que termine el sexenio que impulsó las “reformas estructurales” el balance es de avances, retrocesos y controversias. Por citar tres ejemplos: 1) Hay signos y señales preocupantes e incertidumbre general en materia fiscal, laboral y económica, que han generado desconfianza y aun desánimo en los sectores empresarial y sindical. 2) En enero de 2018, apenas un mes después de que EPN ofreciera una conferencia magistral triunfalista en la OCDE (París) sobre las reformas estructurales, la OCDE informó que los rendimientos de los estudiantes mexicanos son: matemáticas, 56.6 por ciento; lectura, 41.7 por ciento y ciencias 47.8 por ciento. 3) Sin más rodeos, uno de los principales fracasos de lo que debió ser una reforma judicial plena fue el retroceso (a todas luces dispuesto desde Los Pinos) del retiro del fuero constitucional a funcionarios públicos, que ya había sido aprobado por la Cámara de Diputados.
Acaso el grave problema es que las llamadas “reformas estructurales”, con todos sus defectos o con todas sus bondades, no ofrecen soluciones claras para los “problemas estructurales” que padecen millones de mexicanos y que reclaman urgente solución, principalmente: corrupción, impunidad, inseguridad, pobreza, inequidad, profunda desigualdad, rezago educativo, narcotráfico, presidencialismo autoritario, subordinación de la justicia y federalismo deficitario.