Migrantes estadounidenses en México

Pilar Lozano Mac Donald

Pilar Lozano Mac Donald
Secretaria General de Acuerdos de Movimiento
Ciudadano.
Presidenta de la Comisión del Mexicano
Migrante

La delicada situación en la que el gobierno de Estados Unidos ha colocado a la comunidad migrante que reside en su territorio envuelve la necesaria reflexión sobre el trato que reciben quienes han llegado al vecino país del norte en la búsqueda de nuevas oportunidades, particularmente sobre el respeto a sus derechos humanos.

estadounidenses en México 2El gobierno norteamericano estima que deportará a tres millones de indocumentados de origen mexicano. En tanto, vemos redadas, arrestos, encarcelamientos y deportación de mexicanos que trabajaban en Estados Unidos, muchas de las veces con cuestionamientos sobre la legalidad de las acciones.

Frente a este escenario de acoso y vulnerabilidad hacia la comunidad mexicana migrante que vive más allá del Río Bravo, se presenta un fenómeno diferente: la migración de estadounidenses hacia México.

Hacia uno y otro lado de la frontera, lo que vemos son ciudadanos de ambos países, separados por hondas diferencias culturales, que coinciden en un mismo deseo: una mejor calidad de vida. Los que van hacia Estados Unidos buscan la mejora económica; los que vienen a México, la mejora humana.

La comunidad norteamericana en México afirma que en nuestro país se encuentra el número más grande de estadounidenses viviendo fuera de Estados Unidos. El propio Departamento de Estado de Estados Unidos estima que cerca de un millón de ciudadanos norteamericanos vive en México, de los cuales sólo 65 mil 302 están de manera legal, es decir, se calcula que alrededor de 934 mil estadounidenses viven y trabajan “ilegalmente” en México. ¿Qué significa esto? Que sólo el 10% de los norteamericanos que viven en México cuenta con residencia otorgada por el Instituto Nacional de Migración (INM). El Instituto Nacional de Geografía y Estadística estima que en 2015 la cifra de ciudadanos estadounidenses viviendo de manera “irregular” en el país aumentó hasta en un 37.8%.

Algunos vienen por motivos de trabajo; otros para disfrutar los días de su jubilación o en plan turístico; sin embargo, muchos se quedan a vivir de manera permanente en una playa, en un pueblo colonial o en una ciudad. Además del descanso o los negocios, existen otros factores que hacen atractivo a nuestro país: el clima, las tradiciones y el trato de la gente.

estadounidenses en MéxicoLo anterior no ha sido motivo para que los ciudadanos estadounidenses sean acosados y deportados hacia su país. Por el contrario, México los recibe con los brazos abiertos como residentes temporales, a pesar de que en la mayoría de los casos, vencida la autorización temporal, se quedan a vivir permanentemente, pues encuentran oportunidades de negocios y lugares de descanso, además de buen trato.

Entre 2014 y 2016, el gobierno mexicano autorizó a 72 mil 140 estadounidenses permanecer de manera temporal o permanente en el país. En ese período, en promedio, cada año se otorgaron 24 mil tarjetas de residencia para lugares como Jalisco, Ciudad de México, Baja California, Baja California Sur, Quintana Roo y Guanajuato.

En el estudio Extranjeros residentes en México, una aproximación cuantitativa, realizado por la Secretaría de Gobernación con base en los registros administrativos del INM, se muestra que al corte de 2009 la distribución de los ciudadanos norteamericanos residentes en México era la siguiente: 31% residía en la Ciudad de México; 9.2% en Jalisco; 8.5% en el Estado de México; 5.3% en Baja California; 4.7% en Nuevo León; 4% en Quintana Roo; 3.2% en Baja California Sur, y 33.7% estaba distribuido en el resto de los estados.

En cuanto al tipo de estadounidenses residentes en México, destaca que en su mayoría son personas jubiladas o pensionadas (43.7%), le siguen los que llegaron por cuestiones de trabajo (28.4%), y quienes arribaron por razones de estudio (24.4%).

Por otra parte, un reporte del portal International Living destaca que México es considerado como la mejor alternativa para vivir una vez que se deja la vida laboral activa. Tal calificación es resultado de varios factores que se miden, como los costos de las propiedades, el nivel de vida, la atención de salud y el clima.

A diferencia de lo anterior, la causa principal que hace a los migrantes de origen mexicano ir a Estados Unidos es obtener ingresos que les permitan mejorar sus condiciones de vida. Con su cotidiano esfuerzo laboral, despliegue de habilidades diferentes a las de la población local, y por su valor, que los hace también emprendedores, nuestros connacionales son un importante impulso del desarrollo económico estadounidense.

A fuerza de ser justos, cuando se mide el impacto económico de la migración, no sólo se deben revisar los beneficios del país de origen de los migrantes, sino también se debe analizar cuál es el beneficio del país al que llegan.

La diferencia entre los que se van para mejorar económicamente y los que llegan para mejorar humanamente se encuentra en el trato que reciben. Los mexicanos somos amables y respetuosos con el ciudadano norteamericano. Aquí encuentran riqueza cultural, belleza natural, amplia gastronomía, apacibles playas, tranquilas ciudades coloniales y pueblos que los acogen como parte de ellos; lugares donde pueden vivir tranquilos, hacer negocios, comer, vestir y hospedarse a costos muy bajos.

Si Estados Unidos se diera la oportunidad de una reforma migratoria flexible que permita otorgar un estatus legal a los migrantes mexicanos indocumentados que viven allá, su fuerza y trabajo acarrearía beneficios aún superiores a los actuales: mayor crecimiento económico del vecino del norte, población más joven y diversa, mayor recaudación de impuestos al integrarlos al mercado laboral formal, nuevas empresa creadas por migrantes, el mercado de vivienda crecería, entre otros.

En consecuencia, los migrantes estadounidenses asentados en nuestro país traen beneficios económicos, pero igualmente y en mayor proporción, los migrantes mexicanos llevan, en su inmenso deseo de superación, beneficios económicos y culturales a la sociedad norteamericana.

Somos una nación que en el trato respetuoso al extranjero mostramos nuestra grandeza.