La obra de teatro de la compañía TransLímite se presentó el pasado 2 de diciembre
en la Fundación Sebastián
La cultura debe ser un espejo de la realidad social
*El poeta norteamericano Ezra Pound (1885-1972), escribió alguna vez que el arte y la cultura en general, son los encargados de “ver con claridad y vigor todos y cada uno de los pensamientos y opiniones, mantener limpias las herramientas y conservar saludable la materia misma del pensamiento”. Según Pound, los artistas son los responsables (por medio de su obra), de mantener limpio el pensamiento social y colectivo de la humanidad: “si la obra de un creador se corrompe, la maquinaria entera del pensamiento y el orden social e individual se van al demonio”, asegura el poeta.
El arte y la cultura juegan un papel preponderante dentro del tejido social de cualquier nación, ambos han sido y serán siempre, referentes ante los cuales podemos mirarnos en el espejo de una realidad caótica, estética, contestataria, llena contradicciones y contrastes, un espejo que es gozoso, pero que a veces puede resultar incómodo; uno que puede lanzarnos un par de verdades a la cara y hacernos ver cómo somos realmente y hacia dónde nos dirigimos, nos guste o no.
La cultura y el arte no pueden ni deben ser mostrados o usados únicamente cuando comulgan y convienen al gobierno en turno, o cuando se les coloca en una vitrina como a los creadores y críticos prefabricados por los monopolios de la comunicación, cuyo único propósito es entretener y muchas veces distraer a quienes los observan, casi hipnotizados, desde el otro lado de la pantalla de una televisión, un foro o una sala de cine.
Tal vez por eso, porque en nuestro país aún se sigue creando, con muy pocos recursos, arte “incómodo”, es por lo que el Estado decidió este año recortar 4 mil millones de pesos a la Secretaría de Cultura, porque les incomoda o porque no les importa, el resultado es el mismo. Como no intento aquí hacer una diatriba de la indiferencia que, no sólo en este periodo sino en muchos anteriores, ha demostrado el Ejecutivo en torno al tema cultural, me interesa únicamente recalcar que aquí es donde se vuelven tan importantes fundaciones como las nuestras.
La Fundación Cultura en Movimiento tiene como propósito apoyar y difundir cualquier tipo de manifestación cultural y artística, así como la Fundación Sebastián hace lo propio. Si no actuamos de esta manera, si no nos juntamos y organizamos, seríamos cómplices de la perversión del arte, únicamente por falta de recursos y si así fuera “el orden social e individual se van al demonio”, para retomar la cita de Ezra Pound.
La obra de teatro “Dos personas se tocan brevemente”, escrita y dirigida por Martín Acosta, es un ejemplo de que en México se sigue haciendo teatro independiente de gran calidad, aunque lamentablemente se difunde poco. La puesta en escena gira en torno al tema de los migrantes que cruzan nuestro país hacinados en el tren apodado “La Bestia”, se trata, tal vez, de uno de esos espejos que no queremos mirar porque nos muestra una realidad que duele.
Tuve la oportunidad de platicar con Natalia Cedano, parte de la compañía de teatro “Translimite”, quien me contó que después de la inquietud del director, la compañía (todos jóvenes entre 25 y 32 años, egresados del Centro Universitario de Teatro de la UNAM, de Casa del Teatro y de la Escuela Nacional de Arte Teatral), decidieron ir a la comunidad de La Patrona en el municipio de Amatlán de los Reyes, Veracruz, para experimentar en carne propia lo que día con día vive este grupo de mujeres voluntarias (las patronas), quienes desde 1995 se dedican a dar asistencia y víveres a los migrantes.
Sin ningún tipo de apoyo económico, el grupo de teatro hizo una colecta de alimentos y ropa, consiguieron camionetas prestadas por sus familiares y se fueron a Veracruz a conocer a las patronas. En la charla, Natalia me cuenta que los migrantes coinciden en que no tienen miedo de cruzar la frontera con Estados Unidos, “el problema es pasar por México, entre los abusos de ‘la migra’ y la amenaza constante del narco”.
“Dos personas se tocan brevemente”, es una pieza de teatro independiente que ha tenido éxito, ha salido de gira por prácticamente todo el país y se acerca ya a las cincuenta representaciones; sin embargo, “con el puro teatro no alcanza”, comenta Natalia, así que hay quienes dan clases, hacen comerciales, son productores, etcétera”.
Puede ser que del teatro independiente y de muchas otras manifestaciones artísticas y culturales no se pueda sobrevivir en este país, pero a pesar de todo siempre habrá gente que entregue su tiempo y su talento para mantener al arte vivo, porque, como dijo recientemente el dramaturgo y Director Luis de Tavira: “el teatro es un testimonio de humanidad y solidaridad en medio de la barbarie”. Para Movimiento Ciudadano, el ejercicio de la política incluye que la ciudadanía exprese sus sentimientos, ideas y propuestas de cambio no sólo a través de campañas y planteamientos ideológicos, sino a través del arte y la cultura. Esta es la razón de ser de la Fundación Cultura en Movimiento.
