El Valle de Mexicali y su producción, que se deben principalmente al trigo, algodón y alfalfa, engrandecen el nombre de Baja California a nivel nacional e internacional. Además como actualmente se buscan nuevos mercados, se activó la plantación de la palma datilera.
Esta planta surgió en el norte de África, a pesar de tener un tronco delgado y flexible, puede alcanzar 30 metros de altura, y para su plantación requiere un clima cálido con abundante luz solar. Exclusivamente en tierras bajacalifornianas es un negocio rentable, quizá la palma datilera debe su éxito a la tolerancia de suelos salinos y a la mínima necesidad de lluvia.
El dátil es el fruto de la palmera y resalta a la vista con formación de racimos de color verde; pero al iniciar el proceso de maduración el fruto cambia a tono amarillo, y finalmente según su tipo, puede ser de color ámbar, marrón oscuro o café rojizo. Una sola palmera en etapa de plena producción puede generar desde 80 hasta 150 kilos de fruto, aproximadamente.
La estrategia de plantación se define por tipo dioica (existe en versión palma macho y palma hembra), donde la relación más conveniente es plantar un macho por 50 hembras, a su vez; estos deben ser colocados en las orillas del plantío para recibir los vientos dominantes que facilitan la polinización.
Sobre el cuidado del recurso hídrico, la gran ventaja es que los frutos de mejor y mayor calidad son obtenidos de los plantíos con menos riego en la etapa de maduración.
Se tiene comprobado que el dátil es un alimento completo y nutritivo, los principales países consumidores del dátil mexicano son: Estados Unidos, Francia, Australia y Canadá, aunque la demanda global está en un evidente aumento.
En contraparte, en la localidad se debe crear una alianza entre los productores agrícolas, y a su vez se debe generar una mejor competitividad que fortalezca esta alternativa económica y alimenticia para Baja California, así como en Baja California Sur, Coahuila y Sonora que son estados hermanos agregados a la plantación de dátil.