SEGUNDA PARTE
Focos rojos en la UNAM

Tania Rosas

Tania Rosas

Esta es la segunda parte de la entrevista que presentamos el mes pasado, donde una estudiante de Maestría de la Universidad Nacional Autónoma de México, nos cuenta sobre el lamentable caso de un grupo de alumnos cuyo propósito de tener una mejor preparación se ha visto obstaculizado por una plantilla de docentes que los han sometido a acoso psicológico y físico.

      ¿Qué medidas tomaron las autoridades de la UNAM una vez que hicieron las denuncias?

Esta situación tiene aproximadamente cinco años. Cuando se presentaron las denuncias, la única medida que se tomó fue cambiar al coordinador. El informe oficial es que el coordinador renunció, la realidad es que lo obligaron a renunciar; es decir, firmaba su renuncia o lo destituían.

Están pensando hacer lo mismo con otros docentes que han sido denunciados por hostigamiento. Nos comentaron que no los pueden correr porque están sindicalizados y tampoco les pueden quitar su puesto, o sea que las consecuencias son mínimas.

Uno de los problemas bien conocidos de la UNAM es que su sistema es muy burocrático y sus trámites administrativos, muy largos. Lo único que pueden hacer con un docente que no tenga un cargo administrativo, como el de coordinador, es bloquearlo para futuras posiciones dentro de la Universidad.

¿Académicamente, cómo se sienten afectados por esta situación, qué obstáculos hay para que ustedes culminen su grado?

Debido a la carga excesiva de trabajo, no tenemos tiempo de investigar ni reflexionar los temas, mucho menos de recibir una formación congruente. Esta lamentable situación ya es asunto político dentro de la UNAM, porque después de la designación del nuevo coordinador hubo amenazas de docentes que dijeron que se irían a la huelga y con ello cerraría la Maestría. Probablemente no habrá coordinador en un tiempo, hasta que negocien los dos grupos que se pelean el puesto. Mientras tanto, los alumnos estamos en medio de la batalla. El semestre ya inició y lo vamos a perder. De las siete personas que ingresamos sólo una terminará en el programa original, porque decidió no hacer nada.

 

¿Alguna vez los amenazaron con quitarles la beca?

      Sí, muchas veces. Uno de los argumentos era la descalificación. Nos decían: “esa beca no se la ganaron ustedes, si nos da la gana se las podemos quitar”. Incluso había profesores que nos expresaban que parte de nuestra beca se las teníamos que dar, porque ellos estaban ahí de manera altruista y nadie les pagaba, que esas becas no nos pertenecían y eran más del gremio académico que de los estudiantes.

Te retiran la beca Conacyt si no obtienes al menos 8 de promedio. No debes reprobar materias. Hubo casos de quienes se quedaron sin beca por ese tipo de situaciones.

La UNAM tiene en sus posgrados la posibilidad de hacer estancias en el extranjero. Explícitamente, un profesor nos dijo que si nos íbamos a hacer una estancia, él se iba a encargar de que perdiéramos la beca.

 

      El rector, en declaraciones y discursos, afirma que los estudiantes son lo más importante para la Universidad; tú dices que eso no es cierto… ¿por qué?

      En la UNAM lo administrativo y lo académico van por caminos distintos. Lamentablemente, lo administrativo incluso está por encima de lo académico, lo cual es paradójico. Operan mafias, operan intereses que rebasan totalmente la cuestión académica. Evidentemente, para los estudiantes lo esencial es lo académico, no lo administrativo. En teoría esa parte no tendría que afectarnos como estudiantes, pero la realidad es que ocurre y pesa más que lo académico. Es un gran problema.

 

¿Quién consideras que tendría que hacer denuncias más arriba de las autoridades de la Universidad?

Son pocos los docentes que nos acompañan en el proceso. En una cláusula de su reglamento, el Conacyt dice que el programa tiene que ser congruente con la calidad académica que ofrece. Lo último sería acudir a ellos para que les retire el apoyo económico. Esto sería triste porque hablo de una parte de la Maestría, no de toda. Sería lamentable que se le retirara el apoyo económico a docentes que hacen bien su trabajo y a estudiantes que sí reciben la educación de calidad que les ofrecieron. En mi caso estoy cansada, desgastada y no creo que se pueda hacer nada, estoy escéptica. Creo que todo va a seguir igual.