Mucho más que un juego

mucho mas que un juegoEn la fotografía superior: Lic. Marcela Beltrán Castillo, directora de programas ajedrecísticos en edades tempranas y el Lic. Carlos Roberto Granados Rosas, director general
Arturo Sánchez Meyer

Arturo Sánchez Meyer

Entrevista con Carlos Granados, director general de la escuela Ajedrez, estrategia y táctica en la vida

Los niños que juegan ajedrez comprenden mejor las matemáticas

¿De dónde nació la idea de hacer un taller de ajedrez para niños?

Hace como siete años yo quería invertir en algo, tener mi propio negocio, un restaurante, un autolavado, etcétera. Entonces conocí a Marcela, mi esposa, y en una plática con mi suegro me dijo que él quería dar clases de ajedrez. Me pareció muy buena idea, aunque yo no sabía en ese momento nada sobre el ajedrez.

contra-mas-q-un-juego-000Empecé a hacer un sondeo, a investigar, y me di cuenta que existían profesores de ajedrez pero no había un proyecto completo de talleres que realmente valiera la pena. Pensé entonces que era un plan interesante y valioso para implementarlo en las escuelas. Comencé a investigar sobre el ajedrez y las ventajas que les daba a los niños y así fue como nació nuestra escuela.

¿Cómo beneficia a los niños el taller de ajedrez que ustedes imparten?

Lo que ofrece es invaluable. Está comprobado, por ejemplo, que el ajedrez ayuda a la memoria de corto y largo plazo. No se conocen casos de ajedrecistas que hayan sufrido Alzheimer.

Para los niños resulta muy benéfico porque mejora su nivel de concentración, de memoria, de atención, además de que se ocupan mucho las matemáticas y de esta manera tienen su primer acercamiento a un lenguaje nuevo: el algebraico. Son coordenadas. Ellos pueden llegar a su casa y representar la partida que jugaron a través del lenguaje algebraico y darse cuenta en dónde acertaron y dónde se equivocaron.

Mucha gente cree que el ajedrez es solo un juego de mesa y esto es un error. Es un juego, un arte y una ciencia, ejercita el cerebro, que también es como un músculo. El ajedrez es un arte porque es algo que requiere mucha planeación, estrategia y táctica de juego; una ciencia, porque hace falta estudiarlo mucho; y es un juego porque finalmente estás compitiendo, estás en una constante estimulación de todos tus sentidos.

En el mundo de las clases extra escolares, ¿cómo haces para competir con las actividades clásicas, como el futbol y otras, que ya tienen un público cautivo?

Nuestra estrategia en primer lugar es informar, porque es nuestra mejor arma. Desgraciadamente la ignorancia en México respecto al ajedrez es grande, porque mucha gente cree, incluso los niños, que es un juego para viejitos o para nerds.

En Alemania, por ejemplo, han eliminado las matemáticas para niños de tres a siete años de edad y han metido ajedrez como materia. Se dieron cuenta que los niños que juegan ajedrez comprenden mejor las matemáticas y aprovechan más sus otras materias.

No les decimos a los padres de familia que no metan a sus hijos a clases de futbol o de basquetbol, les decimos que las combinen con actividades que también estimulen la inteligencia.

El método que ustedes utilizan para enseñar, ¿qué diferencias tiene con el convencional?

Nos dimos cuenta que el método convencional puede resultar muy aburrido, porque sentar a un niño de tres años frente a un tablero y explicarle el movimiento de las piezas en un lenguaje algebraico es muy difícil, a los 20 minutos ya perdiste su atención, y cuando quieres enseñar a los chicos más grandes, que tienen siete u ocho años, ellos ya tienen Nintendo, PlayStation, Wii; hay que llegarles de manera distinta.

Nosotros hacemos un tablero gigante donde los niños se transforman en piezas de un ajedrez viviente. Vestidos con casacas, jugando con títeres, cuentos, canciones, etcétera, los niños comprenden cómo caminan las piezas y cómo capturar las de su oponente. Cuando ya tienen un conocimiento básico del movimiento, se les explica lo qué es un jaque o un jaque mate. Después, cuando llegan a un tablero pequeño, empiezan a resolver problemas.

Realmente esto es lo más interesante, porque enseña a los niños a controlar sus impulsos. Ante un buen movimiento siempre debes detenerte, ver qué otras posibilidades tienes, y en realidad así es la vida diaria. Los niños aprenden a analizar problemas, a reconocer puntos fuertes o débiles, esto es algo muy bueno, que les ayuda a tomar decisiones bajo presión.

¿Y cómo les ha ido en competencias?

Muy bien. En los últimos cuatro años, la Universidad Anáhuac (por la cual estamos abalados) ha quedado en el primer lugar entre todas las Universidades de México. Le hemos dado cursos a Colgate Palmolive, a Procter and Gamble y a Kimberly Clark sobre “ajedrez empresarial”, es decir, cómo aplicar el ajedrez en los negocios, en la mercadotecnia, para que un director con personas a su cargo aplique estrategias tomadas del ajedrez.

¿Entonces, en su taller están abiertos al abanico completo, desde niños hasta empresarios?

Exacto. Digamos que es un taller de concentración y desarrollo de habilidades cognitivas a través del ajedrez, porque es nuestra principal herramienta, pero también tenemos muchas actividades de matemáticas y otras tareas que canalizan a los niños a mejorar su nivel de concentración, atención y memoria.

¿Y cuánto tendría que dedicarle un niño a la práctica del ajedrez para tener el nivel necesario para entrar a competencias?

Depende de los intereses de cada quien. Si lo que se busca es la competencia, por ejemplo, uno de nuestros alumnos, Carlitos del Nogal, un niño de apenas diez años de edad, acaba de hacer una partida simultánea con 30 ingenieros del Tecnológico de Monterrey, jugó con todos ellos al mismo tiempo en una exhibición simultánea y ganó las 30 partidas.

Un niño como él tiene un entrenamiento aproximadamente de tres horas diarias. Es un súper dotado y obviamente está obteniendo beneficios porque le están ofreciendo becas en Estados Unidos, se lo quieren llevar a Europa, acaba de ser campeón Panamericano en Brasil y es orgullosamente alumno nuestro.

¿Estás satisfecho con lo que han logrado tú y tu equipo en la escuela de ajedrez?

Estoy contento con los resultados, ha sido muchísimo trabajo, esfuerzo y sacrificio, porque el ajedrez es algo difícil de vender, existen muchos estigmas. Hemos luchado contra todo eso y no ha sido nada fácil. Estoy muy orgulloso de nuestros logros, no sólo como negocio, también por las satisfacciones que te dan los niños, que son invaluables.

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