Te enseño a andar en bici

Plática con Laura Bustos Endoqui, transporte sustentable.

Tania Rosas

Tania Rosas

“Si más gente hiciera cosas por la ciudad, estaríamos mucho mejor.”

Si me pidieran describir rasgos de la personalidad de alguien por su voz, esta sería la ocasión perfecta para hacerlo. Se trata de Laura Bustos Endoqui: en la entrevista telefónica se le escucha emprendedora, segura y convencida; tiene 29 años y se dedica a lo que describe como desarrollo de proyectos en temas de transporte sustentable: enseña a mujeres a andar en bicicleta de manera correcta y segura. Laura nos dice que su propuesta es una iniciativa ciudadana.
“Aquí enseñamos a las chicas a transportarse en bicicleta. Acércate y pedaleamos juntas”, es la frase con la que da la bienvenida a quienes visitan su página en Facebook. Laura habla con soltura, convencida de lo que hace y por qué lo hace.

 

Cuéntanos de tu iniciativa ciudadana, ¿de qué se trata?

Le llamo iniciativa ciudadana porque nació de mi interés por enseñar a otras mujeres a andar en bicicleta. Empecé con una bici, me puse a enseñar a andar en bici a las chicas que me contactaban por redes sociales o eran conocidas de alguien.

Empezaron a llegar más chicas y yo no tenía bicicletas adecuadas, entonces vi que no podía postergar las clases días o semanas por falta de equipo, así que decidí obtener recursos para el proyecto en Fondeadora. Logramos la meta y compramos cinco bicicletas.

Fue una gran sorpresa, porque cuando empezó el proceso de Fondeadora fue un boom; la gente aportó dinero por algo que no es un producto y no iban a obtener ganancias ni nada.

Fue agradable encontrarme con que todavía hay gente a la que le gusta colaborar de forma desinteresada.

 

¿Qué fue lo que te motivó?

Empecé sola; agarraba una bici y me salía a la calle; uno empieza de manera irresponsable, sin saber cuál es nuestro lugar en la calle, sin saber cuáles son nuestros derechos. Cuando inicié me caí, me levanté, me lastimé, lo que yo quería era facilitar el camino a otras personas.

Al principio invitaba a mis amigas y trataba de convencerlas y así fue como pensé que debía compartirlo con más personas y que tenía que hacerlo. Ese es mi objetivo: compartir, que se den cuenta que no hay nada que te detenga para hacer lo que sea, salvo tu propio miedo.

 

¿Cuánta gente participa contigo?

Hoy somos siete instructoras. Unas están todavía en proceso de aprender a enseñar, yo les enseño a enseñar. Hay un chico que da clases a hombres, ya no es solo a mujeres; no es fácil que ellos se acerquen pero cuando lo hacen ya tenemos a alguien que se especializa.

 

¿Eres una convencida de que cuando la gente se une se pueden lograr cosas?

En ocasiones vivimos en el pensamiento de “necesito esto pero no tengo esto”. Creo que necesitamos menos de lo que creemos. A veces, solo necesitamos hacer las cosas y ya. Las bicis se mantienen por los donativos de la gente, donan llantas, cámaras, cosas así.

Creo que si más gente hiciera cosas por la ciudad estaríamos mucho mejor. Yo quiero una mejor ciudad, una ciudad más sana, mujeres más libres. Eso me dio a mí la bici y es lo que yo quiero compartir.

Fotos: Aarón Borras y Alex Tapia

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