Reflexiones
LCOY México: empoderando a la siguiente generación de negociadores climáticos

“México ha servido como modelo para otros países, pues temas como la celebración de cumbres estatales o el acercamiento con tomadores de decisiones no se habían llevado a cabo en casi ningún país”: Iván Muñoz

Adriana Sánchez

Adriana Sánchez

Las Conferencias Locales de la Juventud o LCOY (por las siglas en inglés de Local Conferences Of Youth) son espacios descentralizados en todo el mundo que buscan empoderar, educar y articular a la juventud para actuar frente a la crisis climática, tanto de manera local como nacional e internacional. A través de ellas se busca generar una contribución directa a la posición global de la juventud en las negociaciones climáticas internacionales de la Conferencia de las Partes (COP) por medio de YOUNGO, la representación oficial de la niñez y juventud ante la Convención del Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático.

El objetivo de estas Cumbres Climáticas es generar espacios de información, diálogo, soluciones, creación de capacidades, propuestas y posicionamientos juveniles sobre la crisis climática, en primer lugar, sin embargo, las temáticas que se abordan abarcan áreas como la tecnología, las ciencias sociales y las artes.

Ante la falta de liderazgo de los poderes Ejecutivo y Legislativo en el escenario urgente del cambio climático y diversas problemáticas, los jóvenes de nuestro país han comenzado a alzar la voz y a organizarse de manera efectiva para formar parte de las soluciones a escenarios caóticos hacia los que se está encaminando al país. El futuro que les tocará vivir les concierne desde el presente, es por eso que ante la falta de foros y espacios donde debatir y exponer sus posturas, estas Cumbres han sido su respuesta, dando con ellas voz a un sector de la población que es visto en muchas ocasiones como “poco serio” y también a grupos vulnerados. Sus visiones y propuestas han fructificado rápidamente, llegando, por ejemplo, a exponer la Cumbre en el Senado, con el esfuerzo de todos los jóvenes y el apoyo de la senadora Verónica Delgadillo.

En entrevista para El Ciudadano, Iván Muñoz explica los objetivos principales de estas Cumbres, su organización, sus propuestas, los logros que han alcanzado en estos años y los desafíos a los que se enfrentan en el futuro cercano.

Sabemos que el cambio climático y sus devastadoras consecuencias, tanto presentes como futuras, constituyen un tema complejo, de muchos ejes que, por lo tanto, involucra varios sectores del gobierno y la sociedad. ¿De qué manera se organizan o se priorizan estas temáticas dentro de LCOY?

Todo comienza desde el mismo comité organizador, ya que este se conforma de varios colectivos y jóvenes de distintas realidades, abarcando diversas áreas del conocimiento: desde las ciencias naturales y la tecnología hasta las ciencias sociales e incluso las artes. Esto le otorga a LCOY un carácter interdisciplinario donde toda la planeación se hace para que los asistentes puedan participar efectivamente como delegados sin importar la rama del conocimiento a la que pertenezcan.

Asimismo, las LCOY se llevan a cabo siguiendo una serie de ejes temáticos que van cambiando año con año de acuerdo con las necesidades y los temas relevantes del momento. Además, están diseñados para por ser abordados desde distintos enfoques, permitiendo la creación de grupos de trabajo multidisciplinarios y, consecuentemente, el surgimiento de ideas y soluciones más holísticas.

Aun así, nos hemos percatado de que un solo evento nacional no es suficiente para abarcar adecuadamente las necesidades todo el país, pues los problemas a los que se enfrenta cada estado pueden llegar a ser completamente diferentes. Es por esto que, desde 2022, se celebran cumbres estatales, a las que decidimos nombrar CCJ (Cumbres Climáticas Juveniles), en las cuales se tiene la libertad de tratar sus propios ejes temáticos y además se encuentran organizadas por personas que residen en esos estados, quienes conocen mejor que nadie sus propias realidades para así buscar soluciones que puedan funcionar mejor de forma local.

Como resultado de la Cumbre Nacional de Jóvenes por el Clima México 2020-2021 y la Cumbre llevada a cabo en la CDMX en 2022, la cual pudo llegar al senado, ¿cuáles fueron las propuestas o los acuerdos a los que se llegaron?

El primer acuerdo al que hemos llegado es el de mantener espacios de diálogo entre juventudes y tomadores de decisiones, con el fin de poder entregar y dar seguimiento a los documentos con las propuestas generadas en las LCOY. Esto manteniendo siempre una postura completamente apartidista, cuyo principal interés es con las juventudes mexicanas y sobre todo con aquellas que pertenecen a algún grupo vulnerado. Claramente, el surgimiento de planes y acuerdos basados en estas propuestas es algo que toma tiempo, por lo que, de momento, estos acuerdos permanecen en palabras y escritos, siendo la incidencia real una de las prioridades para este año.

Asimismo, es necesario mencionar que hasta la fecha no se ha tenido un seguimiento riguroso de estos diálogos, por lo que no se puede decir con certeza si nuestras propuestas han sido estudiadas o adoptadas por algún actor político, por lo que este año estamos desarrollando una metodología para poder cuantificar los resultados en materia de incidencia de una mejor forma.

¿Cuál ha sido la respuesta de las autoridades gubernamentales y otras organizaciones de la sociedad civil ante las preocupaciones y los planteamientos de los jóvenes en México?

Lamentablemente, la respuesta de las autoridades ha estado lejos de lo ideal, ya que, si bien casi siempre que se tienen diálogos con tomadores de decisiones se reconoce el valor de las propuestas, realmente no ha habido un mecanismo de participación que permita presentarlas formalmente. A esto hay agregar que, claramente, existen prejuicios sobre la capacidad de las juventudes para abordar temas complejos como el cambio climático, donde en más de una ocasión se nos ha tratado de forma condescendiente. Claro, es bueno saber que nuestras acciones son motivadoras y se agradece el reconocimiento a nuestro esfuerzo, pero esto de ninguna forma es suficiente, pues la idea detrás de esto llegar a una verdadera gobernanza y tener una incidencia efectiva por parte de las juventudes en la toma decisiones, siempre desde una postura apartidista y con una visión de justicia social.

Caso contrario es el de la sociedad civil, en donde no solo hemos recibido palabras de felicitación, sino que hemos tenido acercamientos con distintos organismos, instituciones y asociaciones tanto nacionales como internacionales para discutir y evaluar la implementación de las propuestas e incluso agregarlas a los proyectos y planes ya existentes. Tenemos pendiente también lograr un mayor impacto tanto con la iniciativa privada, con quienes a penas este año estamos teniendo nuestros primeros acercamientos, así como con la sociedad civil en general, con quienes no se ha tenido tanto impacto fuera de quienes se encuentran ya involucrados en el tema.

¿Cuál ha sido el impacto en nuestro país de estas Conferencias Locales de la Juventud y cómo se vislumbra el escenario de México en relación con el resto de los países?

El principal impacto que hemos notado de las LCOY hasta ahora ha sido el aumento de participación de juventudes mexicanas en espacios de negociación climática a nivel internacional, puesto que muchos organizadores y delegados interactúan en espacios como las COP26 Y 27, entre muchos otros.

Hablando exclusivamente de LCOY alrededor del mundo, podemos decir que México ha servido como modelo para otros países, pues temas como la celebración de cumbres estatales o el acercamiento con tomadores de decisiones no se habían llevado a cabo en casi ningún país.

Se tiene planeada Cumbre próximamente, del 8 al 10 de agosto, ¿qué objetivo general se busca lograr con esta cumbre y de qué manera se puede apoyar como sociedad civil?

Para esta LCOY se tienen planteados varios objetivos específicos, muchos de ellos dando seguimiento al trabajo realizado en años anteriores y siempre siguiendo el objetivo general de empoderar a las juventudes para que puedan convertirse en la próxima generación de negociadores climáticos.

En primer lugar, pretendemos seguir con la apertura de espacios para visibilizar nuestro trabajo, tanto a escala nacional como internacional. A nivel nacional vamos a continuar con los acercamientos al sector político, por lo que este año tendremos un día posterior al evento completamente dedicado a dialogar con tomadores de decisiones, para ello se darán capacitaciones enfocadas en incidencia y negociaciones que les den herramientas a los delegados que vayan a participar en estas sesiones. Además, buscamos aumentar la asistencia tanto de organizadores como de delegados a espacios regionales y globales, como las distintas COP y eventos similares, mediante el apoyo en difusión y la asesoría para la procuración de fondos y acreditaciones.

Por otro lado, buscamos fuertemente seguir descentralizando los espacios de LCOY celebrando más CCJ estatales y buscando financiar el traslado y hospedaje de al menos dos delegados de cada estado para el evento presencial en Ciudad de México, sobre todo para quienes pertenezcan a algún grupo vulnerado. En ese sentido, también nos planteamos fortalecer los temas de inclusión y diversidad, manteniendo a LCOY como un espacio seguro para los grupos vulnerados y menos representados con estrategias como la interpretación a lengua de señas mexicana en todos las capacitaciones, talleres, conferencias y eventos celebrados; el ofrecimiento de catering libre de productos animales a los asistentes al evento y la creación de un equipo de trabajo completamente dedicado a estos temas.

Por último, buscamos que LCOY llegue a los sectores que hasta ahora no ha podido llegar, es decir con actores privados y sociedad civil en general. Para ello, estamos acercándonos con distintas industrias con el propósito de establecer alianzas y colaboraciones que resulten benéficas para ambas partes sin comprometer los principios de justicia social y el combate al cambio climático que rigen a la LCOY. En cuanto a la sociedad civil general, sabemos que estos temas pueden ser abrumadores tanto mental como emocionalmente, dada la complejidad y severidad que tienen los efectos del cambio climático, por lo que buscamos que todo el trabajo y contenido que se realice en LCOY sea procesado y difundo de forma sencilla y entendible para la mayor cantidad de gente posible, procurando la objetividad sin caer en el pesimismo y siempre invitando a cualquier persona a poner de su parte en la acción climática, pues es un problema que nos afecta a todos y solo con la ayuda de todos conseguiremos soluciones efectivas y de alto impacto.