Capacitarnos para participar

Margarita Sierra

Actualmente, la participación ciudadana en México representa votar cada tres años por un partido político, y la democracia significa un sistema de competencia libre entre élites para acceder al poder. Tenemos simplemente un régimen representativo electoral. Es necesario recuperar y construir el sentido de la democracia, fundamentada en la interacción entre gobernantes y ciudadanos.

Dice el artículo 39: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo”. Dentro del ámbito de la política, la soberanía está asociada al hecho de ejercer la autoridad en un cierto territorio; esta autoridad recae en el pueblo. El soberano es aquella persona que detenta la soberanía, entendida como la cualidad de tener autoridad sobre otras personas o sobre un territorio; en México, los ciudadanos somos los soberanos.

En estos cien años de régimen electoral representativo, se ha desgastado el poder ciudadano, hemos perdido totalmente la soberanía sobre nuestro territorio y nuestros representantes, hemos perdido la confianza en las instituciones emanadas del México posrevolucionario.

Los ciudadanos disponemos que los gobernantes nos representen por un tiempo definido, y por lo tanto, tenemos el poder de decidir cómo queremos intervenir y participar en las decisiones públicas, en la formulación, ejecución y evaluación de las políticas, programas y actos de gobierno.

Para poder incorporarnos en los procesos decisorios, necesitamos nuevos espacios públicos que operen con reglas claras que favorezcan la deliberación y la interacción públicas, así como el respeto por el pluralismo. Es necesario construir estos espacios para recuperar la voz, que perdimos al entregarles a los gobernantes nuestro poder vía la democracia representativa. Es necesario, también, informarnos, capacitarnos, organizarnos.

Para formar ciudadanos, ciudadanas, gobernantes y funcionarios en una cultura de participación política corresponsable y crítica, con capacidad para conocer y transformar la realidad social, hemos desarrollado la Escuela Mexicana de Participación Ciudadana. Esta institución busca que actores políticos y ciudadanía se comprometan con los principios democráticos y la generación de políticas públicas interactivas, de programas y acciones para el fortalecimiento de la gobernanza participativa y corresponsable, así como de un desarrollo local integral, incluyente y sustentable.
La propuesta académica de la escuela está sustentada en cuatro ejes:

  • Pedagogía de transformación e intervención social
  • Construcción de comunidad
  • Cultura política
  • Comunicación
  • Creación de la escuela

CapacitarnosLa escuela fue inaugurada en mayo de 2016, en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco. Es el producto de los esfuerzos de un grupo de ciudadanos que llevamos años trabajando en la promoción de la participación ciudadana, y que conformamos una Asociación Civil con el objeto de:

  • Diseñar una oferta académica dirigida a ciudadanos, gobernantes, legisladores y funcionarios públicos.
  • Promover, desarrollar y publicar investigaciones de contenidos relacionados con las áreas de conocimiento de la escuela.
  • Contribuir al desarrollo de la construcción de ciudadanía a través de la gestión de las relaciones institucionales, la capacitación, asesoría, investigación, diseño e implementación de proyectos sociales, educativos y culturales.
  • Incidir en políticas públicas relacionadas con la educación y la cultura de la participación ciudadana y los derechos humanos para incentivar y optimizar su desarrollo.

El Consejo de Administración de la Asociación Civil está conformado por: Cecilia Díaz Romo, presidenta; Erandi Sánchez Flores, secretaria; Elvia Arteaga Rodríguez, tesorera; Bertha Estela Hernández Pinedo, representante legal; Margarita Sierra Díaz De Rivera, Humberto Ascencio Grajeda y Miguel Ángel Sánchez Rico, vocales.

Por su parte, el Consejo Académico de la escuela, que cuenta con el apoyo de maestros e investigadores especialistas en construcción de comunidad, es coordinado por María Eugenia Camacho, Ignacio González y Mauricio Maldonado.

Fundamento de la escuela

La Escuela Mexicana de Participación Ciudadana es un espacio esencial para la formación de ciudadanos y ciudadanas en la cultura de participación política corresponsable y reflexiva, dispuesta a conocer y transformar la realidad social en barrios y/o en colonias, generando núcleos de interacción con una actitud incluyente.

En la escuela entendemos la participación ciudadana como intervención activa y consciente de personas físicas, entidades o asociaciones, en procesos organizados para la toma de decisiones en asuntos de interés público.

El enfoque educativo de la escuela, inspirado en la pedagogía de la transformación de Paulo Freire, es pensar la sociedad más allá de lo establecido y construir un mundo superior como perspectiva. Esto significa enseñar y educar individual y colectivamente para interpretar y transformar la realidad, y desde esta visión, coadyuvar a las y los estudiantes a diseñar, junto con los habitantes de su entorno, políticas públicas más atinadas y pertinentes.

A lo largo de estos estudios, nuestros alumnos tendrán la posibilidad de realizar contacto directo con una comunidad, donde podrán llevar a cabo trabajo de campo, observación participante, talleres, a fin de consolidar los procesos de participación ciudadana. La escuela es itinerante, no tenemos una sede. Acudimos a los diferentes municipios de Jalisco a impartir los cursos y diplomados. Hasta la fecha, hemos impartido ocho diplomados y varios cursos en el estado. Cada módulo del diplomado es impartido por un profesor experto de las universidades con las que colaboramos.

La meta para el 2017 es comenzar a trabajar en las capitales de los estados vecinos con los regidores y diputados.

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