La ética en las cirugías plásticas

“Un cirujano plástico nunca debe olvidar que ante todo busca el bienestar de su paciente”

Patricia Zavala Jiménez

Patricia Zavala Jiménez

perfilcirujanoEl ideal de belleza para muchas personas radica en poseer una estrecha cintura, nariz respingada, pechos y glúteos frondosos, grandes bíceps y aparentar juventud a pesar del paso de los años. El carecer de dichos atributos ha fomentado que en los últimos 20 años se incrementaran las cirugías estéticas en México, lo que a su vez ha generado “turismo médico”, al ser más común que extranjeros visiten nuestro país para realizarse intervenciones estéticas, por ser más económico.

El problema es que también ha proliferado la cantidad de personal médico mal calificado que no cuenta con los conocimientos indispensables para realizar cirugías plásticas ni con la certificación de la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, A.C. (AMCPER). Por el contrario, son faltos de ética y capaces de inyectar sustancias que atentan contra la vida de un paciente, aseguró el cirujano plástico del hospital ABC, Rodrigo Morales De la Cerda.

Es frecuente que charlatanes apliquen aceites de origen vegetal y sustancias “metilmetalcrilato” (plástico) que el cuerpo no elimina y crea “granulomas” (protuberancias rojizas), tumores o necrosis, es decir, tejido muerto que debe extraerse en bloques para después hacer “colgajos” (transporte de tejido de un área a otra).

El especialista señaló que la gente, “acude con cosmetólogos para ahorrar dinero, pero esto resulta contraproducente porque ellos carecen de estudios médicos y adaptan pseudoclínicas en casas o lugares que no cuentan con las condiciones de higiene y permisos de salubridad. En estos casos, la ignorancia de la gente conlleva complicaciones nefastas”.

Por ejemplo, en Xalapa, Veracruz, existe el Instituto de Estudios Superiores en Medicina que, a través de Internet, imparte una maestría en cirugía estética. Médicos generales toman un curso de año y medio, acuden físicamente una vez al mes a la escuela y al término les otorgan una cédula profesional. La pregunta es ¿te operarías con alguien que aprendió a través de Internet? En primera instancia dirías que no, pero es frecuente que la gente acuda con ellos.

El problema en México, según Morales De la Cerda, es la falta de costumbre de los pacientes para cuestionar los antecedentes del doctor. Además se ignora que el cosmetólogo no cuenta con estudios médicos, solo tiene entrenamiento en la aplicación de productos para el cuidado de la piel. En cambio, el cirujano plástico estudió más de 14 años, tiene especialidad en cirugía general y plástica, y para obtener el certificado realizó el examen del Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva.

En los últimos 20 años, a nivel mundial, han aumentado los procedimientos quirúrgicos y no quirúrgicos, como la aplicación de botox, que permite contrarrestar las arrugas de expresión. Por otro lado, las cirugías más frecuentes son el aumento mamario, la liposucción, la abdominoplastia y la operación de párpados, subrayó Rodrigo Morales.

Según la Sociedad Internacional de Cirugía Plástica, el primer país en realizar estas intervenciones fue Estados Unidos, le sigue Brasil y el tercer lugar lo disputan México, China y Japón, porque en Asia se incrementó la desorientalización de los párpados para obtener rasgos occidentales. En nuestro país, por otro lado, el primer lugar lo ocupa el aumento mamario, la lipoescultura, la abdominoplastia, la cirugía de párpados y la de nariz.

También se ha modificado el porcentaje de intervenciones entre géneros. Hace 20 años se operaba a un varón por cada 45 féminas, en la actualidad por cada 80 se operan 20 hombres.

Otro aspecto a destacar es que México se está posicionando como un país con “turismo médico”, debido a que los pacientes cruzan la frontera norte para operarse en Tijuana, o bien, familias de Canadá y Estados Unidos viajan a lugares turísticos como Puerto Vallarta, para vacacionar y posteriormente someterse a una cirugía plástica.

El doctor Rodrigo Morales De la Cerda, indicó que hoy en día es más frecuente que los jóvenes consideren la cirugía plástica como un complemento de un estilo de vida saludable, porque hacen ejercicio y tienen buenos hábitos alimenticios, pero desean perfeccionar una parte del cuerpo que no les agrada.

Cuerpos extravagantes y ética médica

La cirugía plástica debe ser un motor interno para sentirse mejor a través de una modificación corporal. Contrario a lo que se cree, estas intervenciones no aplican para todas las personas, porque hay quienes se operan al sufrir infidelidad, mujeres que aumentan su busto solo para complacer al marido, o gente que padece problemas psicológicos, como el trastorno dismórfico corporal, donde la persona tiene una percepción errónea de sí mismo.

Morales De la Cerda enfatizó que la ética debe caracterizar el trabajo del médico. En lo personal rechaza entre el 10 y 20 por ciento de sus clientes que no son candidatos para una operación, ya sea porque padecen obesidad, diabetes, hipertensión o porque desean ejercer cambios físicos sin fundamentación estética. “Un artista conceptual exótico quería que le extrajera piel del cuero cabelludo para injertarlo en su pierna, tan solo porque pretendía tener ahí un cuadro con crecimiento de pelo. Por motivos éticos, no puedo realizar ese tipo de cirugías”.

En este sentido lamentó que colegas realicen múltiples operaciones que con el tiempo solo deforman y ponen en riesgo a la gente. Como es el caso de la Barbie y el Ken humanos, quienes hacen cambios indiscriminados en su persona para parecer un muñeco, lo cual consideró “absurdo y ridículo”.

Un cirujano plástico nunca debe olvidar que ante todo busca el bienestar de su paciente y necesita ser honrado para rechazar a quienes no son candidatos a una intervención. Además señaló que el prestigio médico está de por medio.

En este sentido, resaltó que nunca ha tenido un paciente insatisfecho y mucho menos una demanda, debido a que mantiene buena comunicación con ellos para que estén conscientes de los beneficios y riesgos, los alcances y limitaciones del procedimiento. Rodrigo Morales dijo que así evita generar problemas psicológicos en el futuro: “hay quienes se someten a más de 15 cirugías y el resultado cada vez es peor, por eso el médico debe saber hasta dónde llegar con el paciente”.

En la actualidad esta situación le ha dado una connotación negativa a esta práctica, pero no se debe olvidar que en buenas manos tanto la intervención estética como la reconstructiva generan beneficios a la gente. En México uno de cada 700 niños nace con labio y paladar hendido, por esta razón, a través del Centro de Atención Integral de Labio y Paladar Hendido, atiende de formar gratuita a cuatro niños por semana.

La cirugía estética y reconstructiva cambia la vida de las personas, pero depende de las manos del médico que se elija para que el resultado sea satisfactorio y no atente contra la vida del paciente. Por ello, es recomendable corroborar la certificación del cirujano.