en el Congreso de Tlaxcala.
Es evidente y nadie podría atreverse a decir lo contrario, que este país se encuentra convulso y gravemente lesionado por el intento desenfrenado del Gobierno Federal y sus cómplices políticos en el Congreso de la Unión, de aprobar en tiempo récord las reformas educativas, energéticas y hacendarias. Reformas que, sin duda alguna, afectan a las ciudadanas y ciudadanos de este país. Veamos algunos ejemplos.
El tema relacionado con la Reforma Hacendaria en el que se institucionaliza el apoyo a los adultos mayores de 65 y más años, tomado como una bandera social por el Gobierno Federal, cuando en realidad su antecedente se encuentra en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador como promotor y ejecutor durante su administración como Jefe de Gobierno del Distrito Federal.
La aplicación de este programa debemos cuidarla con mucho detenimiento en cada una de las entidades federativas, dado el antecedente desastroso, sucio y manipulador, que le dio Felipe Calderón en el llamado “setenta y más”, a través de sus operadores electorales. En ese caso fue más que claro que hubo una tendencia preferencial y política para el Partido Acción Nacional, y que incluso en algunas entidades como Tlaxcala, generó una confrontación entre el gobierno antecesor y el actual, que llevó a la cárcel a algunos adultos mayores.
Esto es una clara muestra del botín que ha representado la manipulación de los padrones de adultos mayores en el anterior gobierno y que ahora -como dije antes-, debe cuidarse con lupa, porque más bien nos da la impresión de que se va a institucionalizar la manipulación de este sector vulnerable de la sociedad mexicana.
Por otro lado, si bien es cierto que la Reforma Hacendaria pretende eliminar el IETU y el IVA como una estrategia populista, también es cierto que está proponiendo el incremento al ISR, del 28 al 30 por ciento y del 30 al 32 por ciento, lo cual, evidentemente, inhibe el desarrollo y crecimiento del sector emprendedor de México, y por supuesto, están justificando el incremento a este impuesto como necesario para pagar el programa de adultos mayores.
Más allá del sector emprendedor, todas y todos los ciudadanos mexicanos seguimos padeciendo la voracidad de la banca privada, que desde los tiempos de Salinas nos impuso las tasas de interés más altas del mundo. Si esa reforma bancaria fue una farsa por qué habríamos de confiar en estas “benevolentes” propuestas de Reforma Hacendaria.
En cambio, no existe, por ejemplo, ninguna estrategia clara que proteja a los más de 22 millones de ciudadanas y ciudadanos mexicanos sumergidos en la pobreza extrema. Por tanto, resulta obvio que en este momento de convulsión nacional se curen en salud eliminando el incremento al IVA, cuando hace algunos meses el PRI ya había reformado sus estatutos para su incremento.
Por ello, no debemos perder de vista que el impulso mediático que el gobierno y sus aliados le están dando a las Reformas Educativa y Hacendaria no es más que una forma de desvirtuar la atención a la Reforma Energética, que, por supuesto, ha levantado millones de voces en contra, y se ha denunciado como siempre desde Movimiento Ciudadano.
Aunado a la Reforma Educativa que mantiene en las plazas, las calles y las carreteras a los maestros y maestras de México, estaremos muy atentos y actuaremos en consecuencia a esta Reforma Energética que nos quieren vender a un precio muy alto por una reforma ínfima llamada Hacendaria, un “lobo con piel de oveja”.